Asinte asegura que "esas 400 tiendas de nacionalidad china que planean abrirse en el puerto capitalino, con sus beneficios fiscales, zona franca, ZEC, etc., constituirán una competencia muy directa imposible de evitar. Primero, por sus precios bajísimos. Segundo, porque el turista de cruceros era ya cliente de tiendas en Santa Cruz. Tercero, porque nadie garantiza que sólo vayan a vender tecnología, exclusivamente, sino que puede ser la punta del iceberg para que introduzcan otros productos o servicios, esquilmando la poca cuota de mercado del tejido empresarial canario que empezaba a iniciar una tímida recuperación. Y cuarto, el residente podrá entrar en el recinto portuario y comprar igualmente".
Empleos de nacionalidad china
Alberto Villalobos descubre otra gravísima consecuencia: el empleo: "Habitualmente, el personal de esas tiendas suele ser de nacionalidad china de manera casi exclusiva. Entre otras cosas, porque es muy difícil que un canario acepte las condiciones laborales que acostumbran a imponer, con jornadas eternas de lunes a domingo".
Por último, Asinte considera "una falta de transparencia que no se haya informado a los sectores afectados ni tampoco que nos convoquen a reuniones para analizarlo, siempre con el objetivo del bien común, apostar, reforzar y dinamizar el tejido empresarial de Tenerife, mantener los puestos de trabajo y estimular la generación de empleos. En cualquier caso, esta situación supone una gravísima amenaza para todos los comercios locales y sus trabajadores. El panorama es desolador. Parece una sentencia de muerte. Por tal motivo, solicitamos una reunión urgente con las administraciones públicas implicadas", concluye.