Según las previsiones de la Cámara de Comercio de España, el dinamismo de la actividad económica se mantendrá en el último trimestre de 2015, con lo que el año cerrará con un crecimiento estimado del PIB en el entorno del 3,2%, muy por encima del 1,4% registrado en 2014. Para el año 2016, se prevé la continuidad de la actual fase cíclica de la economía española, con un ritmo de avance pronosticado ligeramente por debajo del 3%.
Para la Cámara de Comercio de España, estos datos positivos de crecimiento se han trasladado al ámbito empresarial. Como señala la Central de Balances del Banco de España, la actividad de las empresas se ha mostrado muy sólida durante el tercer trimestre del año, caracterizada por la recuperación tanto de su actividad, como de los excedentes empresariales y el empleo.
En términos de empleo, la economía española ha conseguido trasladar buena parte del crecimiento económico generado a la creación de puestos de trabajo, con una tasa de incremento del empleo en el trimestre del 3,1% respecto al mismo periodo del pasado año (superior además a la observada en el trimestre precedente, del 3,0%). En cifras absolutas, supone la creación de 512.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.
No obstante, para afianzar este crecimiento en los próximos trimestres y años, y conseguir que la tasa de paro continúe su senda descendente, sería necesario afrontar sin dilación los retos pendientes que tiene la economía española de cara a la próxima legislatura.
Por ello, la Cámara de España insta a las fuerzas políticas a dialogar y tratar de conseguir el mayor consenso posible para asegurar la estabilidad institucional y acometer las reformas estructurales necesarias que aporten confianza a las empresas, que permitan incrementar la productividad y competitividad de la economía y, en definitiva, que aseguren el crecimiento sostenido y equilibrado a largo plazo.
Motores el crecimiento
El crecimiento de la economía española durante el tercer trimestre estuvo apoyado, principalmente, en un comportamiento positivo de la demanda nacional, la cual contribuyó al crecimiento en 3,9 puntos porcentuales. Se trata de un aporte sensiblemente más elevado que el registrado durante el segundo trimestre (3,3 puntos porcentuales). En este sentido, cabe destacar el notable comportamiento de la formación bruta de capital en bienes de equipo, que vuelve a registrar ritmos de crecimiento de dos dígitos (10,6% interanual).
Esta mayor aportación de la demanda nacional ha compensado con creces la caída de la demanda externa, cuya aportación ha sido negativa en 5 décimas (contribución al crecimiento de -0,5 puntos frente a -0,1 en el trimestre precedente). Esta evolución tiene su origen en una ligera ralentización de las exportaciones, en contraste con el dinamismo mostrado por las importaciones, espoleadas por el crecimiento del consumo interno y la inversión.
Como resultado de lo anterior, según el INE, el Valor Añadido Bruto ha crecido en todos los sectores, pero especialmente en la industria manufacturera y en los servicios de mercado, donde se han registrado crecimientos interanuales más elevados que los del trimestre precedente.
