Morales destacó la importancia que para el Cabildo supone haber participado en este congreso de prestigio internacional que reúne a las principales empresas españolas pioneras en materia de agua. En este sentido, el consejero indicó que es signo del reconocimiento que, desde el ámbito nacional, se tiene dentro del sector del agua de la labor que se ha desarrollado en la isla, "sobre la que seguimos trabajando en el nuevo plan hidrológico como uno de los pilares fundamentales del mismo".
Concretamente sobre este aspecto se centró la ponencia del gerente del Ciaft, José Fernández Bethencourt, denominada "Reutilización en Tenerife, planificación y previsión futura". Explicó que, actualmente, se plantean dos grandes retos en los recursos: moderación de las extracciones (-28,9 hm³/año en 2015 respecto a 2005) y su sustitución por agua regenerada (+16,6 hm³/año) y desalada (+15,1 hm³/año).
Fernández Bethencourt destacó que es fundamental ir aportando al mercado una mayor cantidad de agua para reutilización, actualmente el 5% del total de las aguas que se producen en la isla son regeneradas, y se estima que para el 2015 sea el 11%, una vez estén en marcha las ampliaciones de las depuradores Adeje-Arona y de Valle Guerra. Se pretende llegar hasta el 15%, lo que permitiría una menor explotación de los acuíferos en consonancia con la Directiva Marco del Agua.
Las aguas regeneradas constituyen un recurso de producción industrial (bloque funcional) de características singulares que se ponen en competencia con los de otras fuentes (subterráneas, superficiales y de mar desaladas). Esa competencia se manifiesta en términos de cantidad (caudal disponible), calidad, económicos (coste <> precio), impacto ambiental y aceptación social, en cada lugar del territorio insular y con usos demandantes diversos. La implantación de la reutilización se realiza mediante sistemas de infraestructuras que cuelgan de las fuentes de aguas residuales (EDAR) a las que se dotan de las correspondientes estaciones de regeneración (ERA) y de los elementos de transporte, almacenamiento, distribución y control.
Por su parte el gerente de Balsas de Tenerife (Balten), Escolástico Aguiar, en su ponencia se refirió a la "experiencia de la reutilización en la isla de Tenerife", desde su inicio en el año 1984 en el que desde el Cabildo se estudió la viabilidad de transportar a la zona agrícola del Valle de Las Galletas (Arona) –a unos 70 km– las aguas depuradas en la EDAR de Santa Cruz de Tenerife, construida en el año 1979; señalando que no fue sino una década más tarde cuando en el mes de junio de 1983 llegaba por primera vez el agua a las explotaciones plataneras de aquel valle.
Aguiar destacó que en aquellos momentos el suministro de agua para agricultura competía con el floreciente crecimiento turístico del Sur de Tenerife, y que sin este recurso la agricultura de esa zona no se hubiera mantenido, y menos, crecido como ocurrió en aquellos momentos.
"No fue un camino fácil el que se ha recorrido en estos casi 20 años; la construcción de una red específica para la distribución de aquellas aguas, la incorporación de las aguas depuradas del Sistema Adeje-Arona en 1998, los tratamientos terciarios necesarios para la mejora de la calidad físico-química de las aguas para ser aptas en el regadío de unos cultivos muy exigentes y el aumento de la capacidad de regulación en la balsa de El Saltadero, supusieron un conjunto de inversiones que rondaron los 150 millones de euros".
El volumen que actualmente reutiliza Balten en el sur de Tenerife ronda los 10 millones de metros cúbicos de agua regenerada, con destino a más de 1.000 hectáreas de plataneras y cinco campos de golf.