El borrador del decreto que regulará el alquiler vacacional en Canarias limita esta actividad al suelo residencial y la excluye, con carácter general, de las zonas turísticas aunque los cabildos y los ayuntamientos podrán establecer excepciones en sus respectivos ámbitos territoriales. "Es una modalidad turística compleja, muy dinámica y a la que no se puede aplicar una solución estandarizada y, por lo tanto, requiere de un análisis exhaustivo", indica Bernabé.
En esta línea, el consejero destaca el papel que juegan el Cabildo y los ayuntamientos como responsables de ordenar la actividad a escala insular y municipal, "permitiendo a cada entidad local definir su propio futuro y papel en relación con esta modalidad".
En una primera aproximación al 'tsunami' del alquiler vacacional, que supone ya más del 11 % de la oferta de plazas alojativas si tenemos en cuenta tanto de las viviendas inscritas como de las que están en trámite, el consejero insular de Turismo manifiesta que el Cabildo defenderá siempre en sus propuestas el interés general por encima de intereses particulares. "El modelo de desarrollo turístico de Tenerife está sustentado en la calidad, en el cuidado del paisaje y del espacio turístico de forma que el desarrollo del alquiler vacacional tiene que ser compatible con esta estrategia que nos ha llevado a ser líderes mundiales".
Tenerife cuenta en la actualidad con una oferta unas 12.493 viviendas vacacionales que se publicitan en diferentes plataformas de Internet, de las que solo 4.499 están registradas o en trámite en el Cabildo a través de una declaración responsable que deben realizar sus propietarios. Ello se traduce en que, en realidad, se ofertan dentro de esta modalidad un total de 52.435 plazas frente a las cerca de 17.300 de las que se tiene constancia.
Un 9,2 por ciento de los turistas que pasaron sus vacaciones en Tenerife el año pasado utilizaron para alojarse una vivienda vacacional, un porcentaje que supone una estimación de unos 500.000 turistas alojados en esta modalidad en 2017. Franceses, italianos y alemanes son las principales nacionalidades de los visitantes que optan por esta modalidad de alojamiento seguidos de irlandeses, holandeses y belgas.