La tirolina de Izcagua pone de manifiesto la clara apuesta del Ayuntamiento para fomentar las actividades deportivas y de ocio activo con el objetivo de dotar al municipio de atractivos turísticos que promuevan el desarrollo socioeconómico de la localidad. "Este nuevo equipamiento representa un referente para el municipio, como un hito que fusiona naturaleza y esparcimiento", agregó Rodríguez.
Este proyecto dota al municipio de Puntagorda y al conjunto de la comarca noroeste de La Palma un valor añadido, con un atractivo cargado de singularidad en un entorno que ya de por sí es un auténtico motor del desarrollo local, con el Mercadillo del Agricultor, los miradores de Izcagua o el área recreativa de El Fayal.
La estación de salida de la tirolina, a partir de un equipamiento ajustado a la normativa de seguridad y a las exigencias de la Unión Europea, cuenta con un sistema de desplazamiento de cables de acero y estructura de frenado, además de una estética integrada en el entorno de acceso al barranco, mientras que la estación de llegada se ha instalado en el conocido como Camino de Verada Baja.
El representante de la empresa 'Alquifuentespalda Díaz', Eduardo Díaz, explicó que "las ubicaciones de las estaciones de salida y llegada aprovechan las características orográficas del terreno para facilitar la integración de las actividades al entorno y minimizar el impacto visual". "La plataforma de salida queda integrada con la pasarela de acceso, cuya estética es similar a la de los propios miradores y la llegada se ha ubicado junto a un sendero que conduce al punto de partida a través de un agradable paseo de 10 minutos a pie".
La puesta en uso de la tirolina en Puntagorda oferta una experiencia emocionante, unas vistas panorámicas de gran belleza paisajística y supone el aprovechamiento sostenible de un recurso natural, el Barranco de Izcagua.