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05 Dic

Yaiza Castilla: "Estoy segura de que de esta crisis saldremos reforzados"

Canarias/ "En este camino hacia la recuperación que llevamos tiempo transitando nunca hemos soltado la mano de nuestro sector privado".
Yaiza Castilla, consejera de Turismo, Industria y Comercio de Canarias, analiza en una entrevista concedida a Preferente el momento actual que atraviesa el destino y comparte sus previsiones para la prometedora temporada de invierno. Pese a la recuperación protagonizada por la industria turística en lo que va de 2022, reconoce que los "nuevos obstáculos" suponen un desafío añadido para un sector duramente golpeado por la pandemia y el volcán de La Palma.

Pregunta. Canarias ha recibido 8,7 millones de turistas internacionales en los nueve primeros meses de 2022, tan solo 900.000 menos que en 2019. ¿Qué balance hace de estos resultados y cuáles son sus previsiones para el cierre de 2022?

Respuesta. Durante este año, hemos ido recuperando progresivamente la llegada de turistas. En el acumulado de enero a septiembre hemos recuperado ya el 93% de los turistas peninsulares y extranjeros que teníamos en el año prepandemia, según Frontur y el Istac. Prevemos cerrar este año con casi 14,5 millones de turistas, recuperando así el 96% de la demanda que teníamos antes de la pandemia. Pero lo llamativo no es esta progresiva recuperación, sino cómo estos turistas que llegan a las islas gastan más dinero. Y no lo hacen sólo obligados por los altos precios causados por la inflación. La facturación turística del tercer trimestre de este año creció el 17,4% respecto al mismo periodo de 2019 y el Índice de Precios al Consumo (IPC) un 11,7%, por lo que contamos con un 5,7% más de facturación, sin duda un dato muy positivo que no hace sino beneficiar a nuestra economía. Son unas grandes cifras que responden al trabajo que realizamos desde el inicio de la pandemia, convirtiendo a las Islas Canarias en un destino más seguro y confiable de lo que yo lo era y promocionando el archipiélago de manera constante para que estuviera en el 'top of mind' de nuestros turistas cuando las restricciones desaparecieran.

P. ¿Confían en que 2023 sea el año de la recuperación total del turismo en Canarias?

R. Tras la pandemia y el volcán de La Palma, ahora nos hallamos con un nuevo obstáculo, las consecuencias económicas derivadas de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El alza de los precios, la crisis energética, la subida de tipos de interés, los anuncios de recesión en el Reino Unido y Alemania, etcétera, sin duda influirán a la hora de que nuestros turistas decidan viajar o no. A pesar de todo, las islas están ahora más cerca de la normalidad de lo que lo han estado en los últimos dos años. De cara al invierno, la programación de las compañías aéreas con las islas sigue siendo muy alta, situándose actualmente en un 27,7% que la programada en el invierno preprandemia. Creemos que habrá ajustes a la baja a medida que avance la temporada, pero seguirá siendo alta. A pesar de estos lógicos ajustes, estoy segura de que de esta época de crisis saldremos reforzados porque mucho de los atributos que nos han hecho fuertes a lo largo de la historia se han visto impulsados y nos hemos reencontrado con el liderazgo turístico que desde hace décadas sostiene la industria turística canaria y que se sostiene sobre nuestra extraordinaria diversidad, que es uno de nuestros principales factores de diferenciación. La defensa y promoción de esta diversidad constituye una de las principales preocupaciones de la política turística desarrollada desde la Consejería que dirijo, pues conlleva un turismo más resiliente, más competitivo y más alineado con las tendencias del consumo turístico contemporáneo, así como con una mayor capacidad de generar valor en favor de la economía y la ciudadanía de Canarias.

P. ¿Qué han hecho desde su Gobierno para ayudar a los empresarios turísticos en los que han sido los dos años más difíciles de la historia?

R. En este camino hacia la recuperación que llevamos tiempo transitando nunca hemos soltado la mano de nuestro sector privado. Somos conscientes de lo que ha sufrido y no nos olvidamos de que son el talento, la profesionalidad y la entrega de empresarios y trabajadores los que mantienen el liderazgo de nuestro destino. Por ello, el año pasado pusimos en marcha los Bonos Turísticos Somos Afortunados, un programa diseñado para impulsar la economía en torno al sector alojativo y las agencias de viajes, en el que invertimos un total de 10 millones y que obtuvieron un gran éxito entre los residentes canarios, pues se generó una actividad económica de casi 21 millones para el sector. Además, ayudamos a casi mil establecimientos alojativos reglados a cubrir el coste del IBI de 2021, con subvenciones por importe de 36,3 millones destinadas a paliar parte de las pérdidas económicas que los establecimientos hoteleros y extrahoteleros sufrieron durante la pandemia, cuando tuvieron que hacer frente a gastos pese a estar cerrados o a ser casi nula su actividad. Asimismo, seguimos con las convocatorias de patrocinio de eventos deportivos, culturales y científicos de interés turístico, aportando el año pasado 4,7 millones para 190 actos organizados casi en su totalidad por entidades privadas, una cantidad que incrementamos este año al destinar 7,5 millones en cuatro convocatorias. De esta manera, consolidamos una completa agenda de actividades para atraer a más visitantes y generar más riqueza para toda la sociedad.

P. Usted ha abogado por "iniciar un debate y un análisis en profundidad sobre la capacidad de carga de las islas, pero de manera sosegada". ¿Qué considera que habría que hacer?

R. En primer lugar, me gustaría recordar que el archipiélago dispone de instrumentos normativos suficientes para avanzar en un modelo de desarrollo sostenible y equilibrado, tanto para el alojamiento como para el resto de las actividades que abarca el turismo. Las islas cuentan ya con 84 textos legales -51 autonómicos, 28 estatales y 5 comunitarios- que velan por el desarrollo de la nueva oferta turística. Una vez dicho esto, es cierto que es necesario iniciar un debate y un análisis en profundidad sobre la capacidad de carga que tienen nuestras islas y sobre hacia dónde queremos avanzar, pero éste ha de ser sosegado y no basado en pronunciamientos con fines electorales. Cualquier medida que se tome debe ir precedida de un proceso que cumpla con diferentes fases, la primera de ellas, la realización de un diagnóstico previo y riguroso en el que se analicen factores medioambientales, demográficos, sociales, territoriales, paisajísticos, patrimoniales, entre otros. Un paso inicial al que seguiría un debate entre todos los actores públicos y privados del sector para definir un modelo de desarrollo con el mayor consenso posible. Finalmente, deberíamos definir una Estrategia Turística para Canarias que incluyese la planificación y gestión de la actividad desde una mirada ecosistémica, integrada y sostenible con el territorio en el que se asienta, atendiendo a las particularidades territoriales y sociales específicas de cada isla. Sólo de esta manera se podrá determinar la necesidad o no de limitar cuantitativamente el incremento de la oferta turística o, en su caso, determinar la aplicación de criterios cualitativos que definan las líneas para su expansión futura.

P. ¿Cómo controlan el alquiler de viviendas de uso turístico? ¿Detectan muchas infracciones en este campo?

R. Contamos lógicamente con un servicio de inspección turística que vela por la oferta ilegal de servicios que carecen de la oportuna autorización o comunicación previa o habilitación y que actúa tanto ante denuncias de terceros como de oficio. En cualquier, no podemos asegurar que existan muchas infracciones, existen, pero no es la tónica dominante. El grueso de la oferta alojativa está dentro de la legalidad. En este sentido también ayuda la labor que realizan ahora determinadas OTAS de verificar que así es.

P. ¿Qué le parece toda la polémica que ha rodeado a los viajes del Imserso? ¿Se ha resentido el programa en Canarias?

R. Canarias no es una comunidad muy receptora de turismo con cargo a este programa, dado que coincide con la temporada alta de las Islas, por lo que hay pocos establecimientos que se adhieran, pues las cifras de ocupación en estos meses son altas por parte del turismo extranjero mayoritariamente. En cualquier caso, entiendo la queja empresarial generalizada por la baja dotación con que cuenta este programa, mas aún en una época de importantes incrementos de costes.

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