Un menú muy rico en Mercurio que despierta en el organismo las dormidas ganas de comisiones, edificando con cemento y hormigón armado la conciencia del comensal. Tras visitar el Bar Bárcenas, no tendrá más problemas de remordimientos, su tránsito intestinal será fabuloso, podrá jiñarse con todo gusto y en todo lo que le plazca. Eso sí, no me sea usted cutre y vaya a sisar una barra de pan, porque entonces el dueño le dará una patada en salva sea la parte para que aprenda a come...ter trinques y delinques como Dios manda.

La franquicia Bar Cenas también está especializada en excarcelaciones al perejil, rico, rico, rico y con extra de extorsiones, un plato que hace furor en Nanclares. De hecho, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, es un fan declarado de este menú hecho con todo el mimo del mundo. Por un poco más de dinero, puede degustar la variedad Bolianaga, con esencia de cáncer falso y sincero no arrepentimiento, un plato, eso sí, sólo apto para los estómagos más duros, como los de Sémper y Oyarzábal, los nuevos PP-Bildus de la política vasca.

Así que ya sabe, si no tiene plan para el próximo fin de semana, pregunte usted en su ciudad dónde hay una franquicia de Bar Cenas, seguro que encuentra una o más. Y es que, no se engañe, la corrupción no es puntual, es el pan nuestro de cada día y en esta firma tienen a gala satisfacer a todos sus clientes. Demuestre usted que es un rendido admirador de Bar Cenas y no pida la carta, exija directamente el sobre. Y es que en esta franquicia siguen a rajatabla eso de antes de salir, dejen untar.

Juan Antonio Alonso Velarde