El pasado 3 de diciembre, en el informativo del mediodía de la Cadena Cope, ese que conduce de manera magistral Ángel Expósito, hacían un experimento tan sencillo como pedirle a unos alumnos que calculasen cuál era la media de visitantes que pasaban diariamente por el Monte Fuji sabiendo que sólo abría 58 días al público y que el total de personas que habían pasado era de 200.000. Pues muchos de ellos no fueron capaces de dar con la clave, que no es más que una sencilla operación de dividir la cifra de visitantes por la de jornadas y así sale el promedio diario. Tan sencillo como sumar dos más dos, pero estos 'jovencitos', en su mayoría, fueron incapaces de dar con la respuesta. Preocupante, muy preocupante.
Desde luego, con estos mimbres no podemos hacer ni medio cesto, carecemos de materias primas de calidad. Nuestros estudiantes se han habituado a la rutina de la papita suave, a no ser exigidos, a no echarle fuerza de voluntad para superar los retos académicos, pero de eso también tiene la culpa un sistema educativo que ha ido rebajando el listón hasta extremos insospechados y fruto de ello es la que le montaron al ministro Wert (otro que también se las pinta solo) cuando reclamaba que las becas debían otorgarse a partir de un 6,5. Le montaron la mundial al titular de Educación.
Insisto en que así no podemos seguir, que hay que dar un puñetazo sobre la mesa. Porque lo que hoy es no saber resolver una sencilla división, mañana será fallar en cuestiones ortográficas o desconocer los ríos de España o saber situar en un mapa mudo las 50 provincias españoles y las dos ciudades autónomas. Oigan, que uno en persona vivió in situ como en un instituto de Tenerife un compañero situaba a Navarra como una de las 8 provincias andaluzas. Real como la vida misma.
Juan Antonio Alonso Velarde