Mira, Frank, si tanto te preocupa el futuro de tu esposa y de tus hijos, dedícate en cuerpo y alma a ellos, pero no estés dando la barrila día y noche con este tema porque es que resulta verdaderamente cansino. Si Yuyee está entalegada es por una razón de peso, llevaba droga y además en cantidad muy superior a lo que podría considerarse como consumo propio. Mala suerte, pollo, muy mala suerte, pero es lo que tiene jugarse así la libertad en esos países. Eso sí que es una jungla donde en vez de tigres bengalas te encuentras con funcionarios corruptos. Pero así es la vida.
Así que un consejo, Frank, si tanto te interesa estar pendiente de tu mujer, quédate en Tailandia, renuncia a tu vida de oprobio y placer y quédate día y noche al lado de la prisión para hacer ver que estás verdaderamente preocupado por Yuyee que, dicho sea de paso, no es la única mujer del mundo que está en una cárcel tercermundista. No quieras ser el astro sobre el cual debe girar todo el universo. O, dicho más claramente, ¿tú mujer iba con droga, la pillaron y la encarcelaron? Pues ajo y agua, bonito.
Juan Antonio Alonso Velarde