Y eso que el Cabildo estableció ese crecimiento medio del 1,6% hasta el 2016 contando con unas agresivas campañas para la minimización en las que hasta el momento no se han gastado ni un céntimo porque a día de hoy lo único que se ha visto es mucha y cara propaganda, nada más. Y es que supuestamente el crecimiento de la basura habría de ser mucho mayor para el Cabildo, según ponían de manifiesto una y otra vez sus técnicos en las maratonianas reuniones en las que se 'negoció' el Plan y donde una y otra vez manifestábamos desde varios colectivos que estábamos hablando de índices de crecimiento poblacional y de residuos totalmente fantasiosos porque ya la crisis había comenzado a asomar la patita por aquella época. Pero, como es habitual, ni caso.

Es curioso, sin embargo, que el periódico El Día ofrezca datos de residuos del 2011 que probablemente se encuentran ya bastante superados por la previsible caída de este 2012, apunto de concluir, y cuyo avance más que aproximado ya conoce el Cabildo a fecha de hoy. Acceder a esa información, que es fundamental para cualquier campaña de concienciación -además de un derecho ciudadano reconocido por las leyes- siempre ha sido una tragedia en ese Cabildo y por lo que se ve seguirá haciéndolo mientras lo que se mueva detrás de los residuos sea un suculento negocio para unos cuantos listos por más que intenten despistarnos con campañas propagandísticas que no dicen absolutamente nada, o al menos nada que se parezca ni de refilón con la verdad.

Lo que sí es verdad, lamentablemente, es que Tenerife tiene un plan de residuos cuya vigencia era del 2008 al 2016 y que cuando hemos traspasado el ecuador de ese periodo no se han visto ninguna de las medidas 'estrella' que se vendieron a bombo y platillo (y que cuentan con financiación que los ciudadanos pagamos con el potente incremento de las tasas que hasta nosotros apoyamos porque habrían de redundar en una mejora sustancial de tratamiento que se ha quedado en nada) como eran las plantas descentralizadas de compostaje que se nutrirían, entre otras cosas, por el quinto contenedor para materia orgánica del que no se ha vuelto a hablar ni una palabra estos últimos años. No chistan, que para qué contarles de la red de puntos y minipuntos limpios que también parecen haber desaparecido como por arte de magia de la agenda del Cabildo.

En fin, que ya les digo yo que como en el 2012 haya ocurrido lo que todos nos imaginamos que ha ocurrido (no por la efectividad de las campañas de minimización del Cabildo que no han existido pese a que están reflejadas en el Plan con financiación incluida) y que como en el 2013 las cosas sigan así, sin que la gente disponga de recursos para echarse al camino a comprar compulsivamente como hacíamos antes, es más que probable que en un par de años nos acerquemos a un desvío de un tercio con respecto a las disparatadas previsiones de un PTEOR que auguraba nada menos que 824.687 toneladas de residuos urbanos y asimilables en el horizonte del 2016. Y a la vista está que estamos mucho más cerca de las 500.000 que de esa disparatada cifra que se aderezaba con unas previsiones de crecimiento poblacional, por parte de los mismos que organizaban manifestaciones contra los inmigrantes, que nos situarían en ese año límite por encima del millón doscientos mil habitantes -probablemente no superemos el millón ni de coña- porque según estas mentes privilegiadas (al menos por lo que cobran) el crecimiento iba hacia el infinito y más allá incluso cuando todo el mundo sabía que nos encontrábamos a lomos de una inmensa burbuja apunto del dar el cañonazo.

El dato positivo, y que agradecerán sin duda nuestros depauperados bolsillos y el aire que respiramos y que respira las cosas que después nos comemos, es que con estos datos los números de la incineradora no cuadran tampoco y probablemente en unos años vamos a tener a la mafia que controla estas criminales industrias alejadas de la costa de Arico y de la isla de Tenerife. A no ser que, como han hecho en Mallorca, estos siniestros personajes consigan autorización para importar residuos de otros sitios para alimentar al bicho que se les ha quedado grande también porque se dispararon una de las incineradoras más grandes de Europa para una isla que es un poco más que la nuestra. Pero por ese mismo camino pretendían llevarnos aquí, sólo que la sobrecogedora crisis les ha chafado sus planes porque no están en condiciones de pedirles a los ayuntamientos que multipliquen la tasa de residuos por cuatro para pagarle el chisme a la multinacional de turno. Que no hay mal que por bien no venga, como decían nuestros viejos para consolarse ante las desgracias, que lástima que lo que en muchos países han aprendido y conseguido gracias a la educación y la conciencia ecológica aquí nos haya llegado, en lo que a minimización se refiere porque en reciclaje seguimos en pañales, de la mano de la miseria para una buena parte de la sociedad que en poco tiempo amenaza con ser mayoría. Triste pero real como la vida misma.

FORO CIUDADANO CONTRA LA INCINERACIÓN DE RESIDUOS
TENERIFE