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10 Sep

El Cabildo evita cualquier medida de control y/o mentalización sobre los efectos de la falsa romería de El Socorro sobre el espacio protegido del Malpaís de Güímar

Según el Plan Director de la Reserva Natural Especial Malpaís de Güímar resulta que el cono volcánico conocido como Montaña Grande forma parte en su integridad de la zona de especial valor de 'uso restringido' donde se admite un 'uso público de baja densidad' pero, en todo caso, restringido al exclusivo tránsito de los senderos sin posibilidad alguna de salirse de ellos excepto por razones excepcionales de emergencia o las propias de la vigilancia y demás. Y es el Cabildo de Tenerife, además de las autoridades públicas como Seprona, el que está comprometido con el cumplimiento de esta normativa que a cualquiera de nosotros podría costarnos un disgusto incumplir un día cualquiera del año.

Pero he aquí que, nadie sabe muy bien por qué, el siete de septiembre se asume ya como natural y como algo que forma parte de una tradición (nada más lejos de la realidad porque se trata de una mala e impactante costumbre más bien reciente) que miles de personas tomen este cono volcánico y de cualquier manera, generalmente corriendo, se lancen ladera abajo provocando una importante cicatriz que año tras año va aumentando casi al mismo ritmo que crece la indiferencia de las administraciones públicas 'responsables' no tanto en reprimir, que no se trata de eso, sino ni siquiera en informar sobre el impacto que representa esta fea costumbre casi tan ajena a la tradición como al sentido común. Las más de las veces, eso está claro, por falta de información y por ignorancia de esa inmensa minoría que ha cogido por costumbre -ante la indiferencia del Cabildo de Tenerife- tomar una ruta ilegal que nada tiene que ver con la tradicional bajada de la Virgen de El Socorro.

Pero esta política de no meterse en líos, pese a cobrar suculentos sueldos supuestamente por las responsabilidades que tienen estas autoridades que mayoritariamente practican la más absoluta indiferencia ante las cuestiones incómodas, es la que provoca buena parte de nuestros males seculares que tienen que ver con una mejor gestión de los residuos, unos mejores niveles de uso del transporte público, más responsable uso de la energía y del agua o una mejor formación general del ciudadano en lo que tiene que ver con el respeto por lo más valioso de este entorno nuestro realmente único. Y sin un solo empujón, ni porrazo ni nada que se le parezca es perfectamente viable acabar progresivamente con este ilegal e impactante hábito. Ideas hay miles, pero está claro que si los técnicos y políticos del Cabildo no tienen ninguna, o pasan olímpicamente de cumplir con su deber, lo mejor que pueden hacer es mandarse a mudar de la mano de Melchior, último responsable de esta forma bastante indecente de ejercer responsabilidades públicas.

¿Se imaginan ustedes la que podría caerle a media docena de individuos que se subieran un rato a ese cono volcánico protegido con una pancarta gigante que diga "políticos corruptos", que por acción u omisión es una forma correcta de describir a una buena parte de esa casta, pues probablemente no durarían lo que un caramelo a la puerta de un colegio y además de con una multa espectacular no sería de extrañar que los picoletos a la menor oportunidad les metieran una buena camisa de palos y de patadas a poco que ofrezcan resistencia (más que nada porque no hay muchos testigos por ahí). Hagan la prueba y después me cuentan.

Foro Ciudadano contra la Incineracion de Residuos Tenerife

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