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11 Ago

¿Le iría mejor al mundo si no hubiera religiones?

En el occidente cristiano suele presumirse de algo que sin embargo, con toda lógica, salta en ocasiones a la palestra de la actualidad: la libertad de religión. Un tema que, basándonos en la propia Constitución, nos invita a hablar libremente y sin tapujos sobre cómo se impone una y otra vez el punto de vista eclesiástico en las muchas situaciones de la vida cotidiana. En base a esto nos gustaría poder llamar a cada cosa por su nombre, y así en primer lugar recordar un hecho esencial: Jesús de Nazaret no fundó ninguna religión.

Tampoco los muchos profetas de Dios del Antiguo Testamento fundaron religiones, si no que por el contrario, tanto Jesús de Nazaret como también los profetas de Dios del Antiguo Testamento actuaron a favor de la libertad en el Espíritu, es decir eran personas espirituales, no religiosas. La historia de la humanidad está llena de ejemplos de que las religiones externas no hacen libre, porque las personas son atadas a dicha religión por medio de estatutos, dogmas, ritos, sacramentos, reglas y muchas cosas más, con lo que se olvida lo más importante, que Dios nos hizo libres y nos regaló el libre albedrío.

Si como personas con una conciencia despierta observaramos los sucesos que acontecen en nuestro mundo, reconoceríamos las muchas ataduras a las que están sujetas las personas en su convivencia, por ejemplo nos encontramos con las muchas religones enfrentadas unas a otras, con creencias y dogmas de todo tipo y sus correspondientes exigencias. De hecho no se puede obviar que muchas de las guerras que han acontecido en la historia de la humanidad han sido o son guerras religiosas, donde personas de diferentes religiones batallaron y batallan unas contra otras, a pesar de que la religiones, mirándolo friamente y con distancia, no es otra cosa que una cuestión de fe, y la fe no se puede demostrar. ¿Entonces por qué se quiere imponer algo que no se puede demostrar?

El planteamiento que surje de todo esto es si al mundo no le iría mejor si no existiera religión alguna. Pero por favor, estimado lector, no confunda religión con "fe en Dios", con espiritualidad, con la orientación libre, sincera y de corazón, que fraterniza y no tiene enemigos y que se puede expresar en la oración. Aunque parezca dificil de entender en un primer momento, procure no confundir religión con los esfuerzos internos de cada uno o de un grupo o comunidad por aspirar a una ética y moral más elevada. Pues la religión como tal, la formación de instituciones religiosas son con frecuencia el resultado de la mano del hombre, sin embargo lo otro procede del corazón de un alma que siente añoranza de Dios y anhela su cercanía.

Cada persona debería poder rezar a Dios en el lugar y en la forma que lo desee. Sin embargo sepa que lo únicamente importante sería que cada uno cumpliera aquello que es la voluntad de Dios, y no someterse a aquello que marcan las religiones como "necesario" para subir al cielo. La voluntad de Dios es siempre paz y libertad para Sus hijos.

Por tanto sería importante que las personas se propusieran una ética y una moral elevadas, y las fueran realizando en la vida diaría, independientemente de a qué cultura o raza se pertenezca. Pues resulta que en muchas ocasiones aquellos que son tachados como ateos, son mejores personas que más de un miembro de la iglesia, que son aquellos que creen que despues de una vida pecaminosa, la extremaunción transformará para ellos todo en bondades que lo conducirán al cielo. Cientos de conceptos religiosos como éste están edificiados sobre arena porque provienen de la mano del hombre, y son últiles para las autoridades religiosas porque con ellas atan a las personas.

Por eso la verdadera libertad religiosa sólo existiría si no hubiera ningún tipo de religión. Un mundo libre de religiones sería la verdadera libertad de religión. Un mundo libre de cualquier tipo de religión sería libertad para todos los pueblos de esta Tierra.

Ana Saez Ramirez

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