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29 Sep

Ganemos Tenerife, entre la división y la legitimidad

Andaba yo por Santa Cruz de Tenerife el otro día y me dio por acudir a la presentación en la ciudad de ese nuevo movimiento político municipalista que se ha dado en llamar Ganemos Tenerife. Una iniciativa que viene de Barcelona, Guanyem creo que se llama, lo que ha impulsado la famosa activista de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas Ada Colau, y que aquí promueve su compañera Inma Évora. He de decir que acudí expectante y curioso, en estos tiempos convulsos y de tanta efervescencia política la presentación de una iniciativa que parece diferente no podía menos que despertar mi atención.


Lo primero, felicitar a Inma y a sus compañeras, aunque no voy a descubrir yo aquí la valentía y el coraje demostrados por la líder de la PAH en Tenerife en estos últimos años intentado evitar que la gente pierdas sus casas, no puedo dejar de destacar la doble ración de valentía que supone promover una historia de este tipo, sabiendo como ellas bien saben lo complicado que está el ambiente de las izquierdas sociales y políticas en Tenerife. Hicieran lo que hicieran y propusieran lo que propusieran estaba claro que las iban a criticar muchos de los allí presentes, como de hecho así fue, casi por los mismos de siempre. Y no por esperado deja de ser extraño, pues la propuesta en sí no podía ser más abierta y participativa, limitándose a un manifiesto ético programático un tanto genérico que firmaría cualquier persona con un mínimo de preocupación por los demás, proponiendo un simple esquema organizativo inicial con algunos grupos de trabajo y poco más, dejando el resto a la voluntad creadora y participativa de todos y todas los que quisieran integrarse en la Asamblea que allí se constituía. En mi opinión no había mucho lugar para la crítica, no al menos allí, antes de empezar. Se trataba de participar o no participar en una iniciativa que pretende llevar al terreno de la política municipal las luchas sociales de los que menos tienen. Legítima idea, muy legal iniciativa, desde el convencimiento que yo también comparto, de que las luchas sociales, en Canarias al menos, no encuentran buen cauce y continuidad en los partidos políticos, siendo estos la mayoría demasiado políticamente correctos, un tanto o bastante aburguesados, suavitos y acomodados en el cargo, cuando no limitados por las jerarquías y las dinámicas de los aparatos de los partidos, también incluso los más próximos a la luchas que plataformas como la PAH han impulsado. Supongo que Inma, como Ada Colau, habrán notado que desde los movimientos sociales el recorrido es el que es y los resultados son los que son, y han pensado en dar el salto a otro espacio donde las posibilidades sean mayores.

Hasta aquí muy bien, la trayectoria de Inma Évora como portavoz de la PAH en Tenerife avala el paso al frente que ha dado con Ganemos Tenerife, legitimidad total. El problema viene cuando esta legitimidad tropieza con otros grupos que también se sienten cada uno a su manera legitimados para proponer, liderar, sugerir o aglutinar las luchas de las izquierdas sociales y políticas en Canarias. Y esto, me da la impresión, es lo que ocurre y se sintió en la presentación de Ganemos Tenerife en la Casa Sindical. Allí estaban, callados, escuchando, los más veteranos de Izquierda Unida, con un programa muy parecido a los ejes programáticos que defiende la iniciativa de Évora, legitimados por el tiempo que llevan en la brega, más que ningún otro actor. Y allí estaban, callados, escuchando, cargados de legitimidad los del Sí se Puede, muy bregados ya en estas lides municipales y con no poca trayectoria, asamblearios también y con un programa que compartiría mucho de lo que puedan proponer los de Ganemos. Y allí estaban también algunos de los nuevos actores que se han sumado a la ola de Podemos -aunque nuevos lo que se dice nuevos creo que no son- legitimados por el poder que las encuestan dan a la marca del señor Pablo Iglesias. Y estaban los del PCPC, y los de la República, y otros tantos de otros colectivos sociales y vecinales.

La cuestión a partir de aquí está en ver qué proponen y qué pueden conseguir desde Ganemos Tenerife con su iniciativa. De entrada no es un partido al uso, o al menos eso es lo que nos dicen, con asamblea abierta, participación ciudadana, colectivos sociales, muchos grupos de trabajo, ir a los barrios, empoderar a la gente. Ambicioso proyecto sin duda, que necesita de la participación de mucha gente -esto sí es casi una utopía en Canarias- entre ciudadanos, colectivos y otros partidos para ser efectivo, si eso no se da, mucho me temo que pasará a ser un partido más al uso, con una estructura en apariencia diferente pero donde unos pocos seguirán tomando la mayoría de decisiones.

Y si eso no se da, lo que acaba resultando es la aparición de otro partido más buscando votos en la izquierda y otras áreas indignadas y sufrientes del electorado, que pasará a competir con otros partidos del mismo corte (IU, Sí se Puede, Podemos), la mayoría de los que estaban allí presentes, callados y expectantes, restando en la división y dejando el camino abonado a PP, PSOE y CC para que sigan copando los puestos de decisión en las Administraciones.
Está por ver pues lo que pasará. Está por ver si las legitimidades enfrentadas podrán derivar en una causa común que sume o seguirán pesando más los egos, los intereses particulares y la necesidad de cada uno de seguir teniendo su pequeño tingladito de poder. Si al final no hay causa común, cada actor tendrá su cuota de responsabilidad en lo que nos venga.
Y bueno, esto es todo lo que puedo decir de Ganemos Tenerife, mucha suerte les deseo, y que su andadura sea buena para los ciudadanos, especialmente para los que menos tienen.

Ah..., una cosa más, se me olvidaba comentarlo. Y es que empiezo a estar cansado de ver cómo nos llegan a Canarias historias políticas ya masticadas desde la Península, llámese Podemos, Ganemos, por no hablar de IU, UPyD y otros tantos, que nada reparan en algunas singularidades y muchas carencias acentuadas del pueblo canario, así, ninguna referencia al derecho de autodeterminación de los pueblos, nada que decir de la necesidad de una mayor soberanía para Canarias, nada que proponer para recuperar una canariedad que sea algo más que folklore, liturgia y aplatanamiento, con perdón. Y aquí dejo el tema, esperando que nadie se me enfade, abierto ya para futuras reflexiones.

Eloy Cuadra

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