Recientemente, como nacionalista, me congratuló llevar en el Parlamento de Canarias la aprobación del Decreto por el que se aprueba el Reglamento de apuestas externas de la Comunidad Autónoma de Canarias y se modifican otras disposiciones de carácter general relacionadas con el juego y las apuestas.
En esa sesión parlamentaria, culminaba un largo recorrido, una larga y justa reivindicación de la Federación Nacional de la Lucha: contar "con las Apuestas de la Lucha Canaria", conocidas coloquialmente como "Las quinielas de la Lucha canaria".
Este largo camino recibió el primer impulso decidido en la pasada Legislatura de la mano de un gobierno nacionalista. Al mismo tiempo que se cumplía con el compromiso de crear un "Museo de la Lucha", el ejecutivo adaptaba el marco legal necesario, la Ley 8/2010, de 15 de julio de Juegos y Apuestas, y se incluía dentro de las diferentes modalidades de juego las apuestas de la Lucha, modalidad obviamente distinta de las que ya existían.
Quedaba ya abierto una senda que ha finalizado de forma satisfactoria, recientemente.
La puesta en marcha de las Apuestas de la Lucha supondrá, en estos momentos tan duros que nos ha tocado vivir, una vía de financiación notablemente importante para nuestro deporte vernáculo por excelencia, además de fomentar mucho más su aspecto social.
En esa intervención plenaria, en nombre del Grupo Nacionalista, finalizaba con unos versos del poeta lagunero, Antonio de Viana, que describía una agarrada de aquella antigua lucha canaria:
"Vierten los secos labios de su bocas
amarga espuma de encendida cólera
afirma Rucadén en el pie siniestro
carga sobre el cuerpo de Caluca
tuércele un poco y con diestro brazo
le arroja a tierra de una gran caída
Felicidades a todos los canarios y canarias, a todos los amantes de nuestro deporte vernáculo por su perseverancia, por su brega constante, porque gracias a ellos se ha dado respuesta a una demanda social justa y necesaria que contribuye a la permanencia en el tiempo de nuestro deporte por antonomasia.
Nuria Herrera
Diputada de Coalición Canaria por Tenerife