Y si eso representa una tremenda irresponsabilidad, propia de individuos de poco seso, no es menos lamentable el hecho de que a poco que uno observe esas montañas de basura es muy sencillo caer en la cuenta de que en más de un 90% estamos hablando de residuos fácilmente reciclables (recursos valiosos) y que sencillamente no han ido a parar al contenedor adecuado fundamentalmente porque en el casco histórico no existe ningún tipo de reciclaje de residuos. Cero, unos cuantos contenedores amarillos que reparten día a día con el sistema 'quita y pon' cuando resulta que son mezclados al día siguiente temprano con el camión de recogida en masa, en una de las más lamentables y absurdas estafas a la buena voluntad de algunos ciudadanos conscientes que se haya vista por estos lares jamás.
¿A quién puede extrañar que La Laguna sea la ciudad patrimonio que menos recicla en España? Lo raro no es eso, lo raro es que la gente se desplace al contenedor todavía -de hecho hay mucha gente que ni por esas- cuando hace pocos años que Ana Oramas les dijo que dejaran la basura en la calle a cualquier hora del día o de la noche porque con su 'Plan 24 horas' siempre iba a haber un operario pendiente para retirarle la bolsa de la calle. Algo que cuando uno ha tenido la oportunidad de contárselo a algún experto que nos ha visitado últimamente ha sido motivo de asombro porque jamás en el mundo mundial nadie ha tenido tan descabellado ocurrencia que mantuvo durante un año entero las calles de La Laguna llenas de bolsas de basura a todas las horas del día. Pero así es como funcionamos y negro y tiznado, como quedaría la trasera de la Iglesia de La Concepción en caso de un incendio en esos contenedores, es nuestro futuro como no pongamos a estos irresponsables pronto a ganarse el pan con el sudor de su frente y no, como hasta ahora, viviendo a cuerpo de rey gracias al sacrificio del prójimo.
Foro contra la Incineración Tenerife