Y es que básicamente la madre del cordero del gran atasco se está gestando en el tramo de autopista comprendido entre San Isidro, Granadilla, y Torvisca-Fañabé, aunque en ocasiones en sentido Santa Cruz se aproxima ya esta situación hasta Las Torres, Adeje. Algo más de 20 kilómetros no sólo de molestos atascos sino de riesgo evidente para la seguridad vial no sólo por los efectos de las retenciones sino por circunstancias varias que no ayudan y que mantienen al usuario en una recomendable alerta extra: continuas retenciones, carriles de aceleración insuficientes, combinación peligrosa de tramos en pendiente con vehículos lentos y/o pesados que paralizan literalmente la autopista, arcenes estrechos y en algunos casos ocupados peligrosamente por vehículos que pretenden abandonar la autopista y se encuentran con retenciones, mal estado del firme, cambios de rasantes...
Lo peor, sin embargo, probablemente sea la intención clara del Cabildo de Tenerife, y del Gobierno de Canarias que en este asunto está a verlas venir y punto, no sólo de dejar la situación como está sino, más grave todavía, de seguir empeorándola con actuaciones injustificables que vienen no sólo a agravar el problema sino que representan una apuesta firme por mantener los bloqueos a medio y largo plazo. Muestra de ello la obra que están llevando a cabo, supuestamente para evitar el tradicional anegamiento de la rotonda de Guaza, pero que limitan la posibilidad de ampliar a un tercer carril o incluso el de aceleración del tramo de cuesta, de auténtica pesadilla para los vehículos lentos y, por ende, para el resto de usuarios; entre el cruce de Guaza y donde termina la pendiente, algo más de un kilómetro en dirección a Los Cristianos. El calvario diario que padecemos los usuarios y cuyas consecuencias se prolongan más allá de Parque de La Reina habitualmente.
No es por comparar, que está uno 'rejartito' de eso ya, pero desde que se construyó la autopista del sur de Gran Canaria se tuvo en cuenta que en los tramos en cuesta era necesario un tercer carril. Hoy en día ya toda esa autopista tiene el tercer carril y nosotros no sólo no nos lo planteamos en serio -con el bla,bla, bla llevamos décadas- sino que con el asunto de los trenes nos hemos dedicado más a hacer el machango con la levitación magnética y demás, o el mercancías que traería los residuos a Arico como llegó a decir Carlos Alonso, que a afrontar los problemas reales que afectan a los ciudadanos a diario. Que es otra cosa que a la oposición, a día de hoy, se las trae al pairo porque ellos están en los asuntos de la alta política inalcanzables para la mayoría de los mortales.
Y en tiempo, energía y demás ya les digo yo que la obra de ese tercer carril entre San Isidro y mínimo hasta el cruce de Los Cristianos es de mucho mayor impacto que la del propio anillo insular, simplemente por número de usuarios y tiempo perdido, pero también es verdad que la inversión necesaria para solucionar esta cuestión seguro que no representa ni la décima parte de lo que costó ese modelo de anillo, porque habría otros mucho más baratos y menos impactantes pero que no interesaron a los de arriba, y acaso por eso no se ha puesto el mismo interés en una cosa que en la otra, como suele suceder.
En estas estamos, con el Norte colapsado y Alonso diciendo, en serio, que los trenes ocupan menos terreno que los carriles guagua y que por eso no los hace, el Sur camino de lo mismo y en ocasiones ya hasta peor, entre Titsa y el tranvía moviendo menos pasajeros que cuando estaba la guagua sola allá por 2004 (más de 6 millones menos) y apostando por más carreteras (nada de mejorar lo que ya hay) y por catenarias que ni en diez vidas podremos pagar. Al menos si queremos seguir comiendo y llevando a los niños a la escuela y al médico, que de momento parecieran cosas no prescindibles. Aunque al ritmo que vamos y con estos gobiernos inútiles y estas oposiciones miopes no duden ustedes que cualquier día de éstos comencemos, sin más remedio, a tragar con esas también.
De juzgado de guardia la situación que se vive a diario en la salida hacia San Miguel sentido sobre todo Sur, que en el otro también ocurre aunque algo menos, donde los vehículos ocupan el arcén porque no caben, en ocasiones hasta un kilómetro, quedando las guaguas y camiones literalmente metidos en la autopista. A una desgracia gorda habrá que esperar, supongo, para que los irrespondsbles que nos gobiernan tomen alguna decisión al respecto.
De juzgado de guardia la situación que se vive a diario en la salida hacia San Miguel sentido sobre todo Sur, que en el otro también ocurre aunque algo menos, donde los vehículos ocupan el arcén porque no caben, en ocasiones hasta un kilómetro, quedando las guaguas y camiones literalmente metidos en la autopista. A una desgracia gorda habrá que esperar, supongo, para que los irrespondsbles que nos gobiernan tomen alguna decisión al respecto.
La autopista del sur de Gran Canaria, con tres carriles y con espacio en los arcenes para arrimarse en caso de incidente. Aquí nada de eso, donde había espacio se lo han cargado con la vallas, tremendo negocio con el que se están poniendo morados algunos a costa de los usuarios y de las aseguradoras que pagan sin ver cómo se repara eso, cuando se repara.
Los canariones, conozco algunos, se sorpenden al ver los deficientes carriles de aceleración y desaceleración que padecemos en las autopistas de Tenerife. En las 'autopistas' por llamarlo de alguna manera. Un peligro constante. Concretamente en las cercanías de Parque de La Reina hay dos gasolineras que te enfocan directamente a la autopista sin que te puedas situar ni en paralelo. Asombroso pero tal cual.
