Uno de los grandes negocios de Prefabricados MAHER, Manuel Hermoso ático presidente de Canarias, fue la construcción de barreras provisionales tipo New-Jersey, de las que habitualmente se utilizan para proteger zonas de obras del tráfico rodado en autopistas y demás. Pero hete aquí que el Cabildo de Tenerife ha optado por utilizar estas barreras móviles como definitivas nada más y nada menos que en varios kilómetros tanto de la TF-5 como de la TF-1, con resultados dramáticos en algunos casos y con situaciones que podían haber acabado en tragedia como cuando una guagua de TITSA tumbó unas de estas New-Jersey y se pasó al carril rápido de bajada a la altura de San Benito al patinar con la lluvia cuando iba sentido Norte. Milagrosamente sin mayores consecuencias.
Pero eso fue hace unos años, el problema hoy en esa zona, al igual que en el 80% de las medianas -o lo que queda de ellas- de las autopistas de Tenerife es que tras los reasfaltados de la vía esas barreras ineficaces se encuentra medio enterradas existiendo problemas de deslumbramientos pero, además, un riesgo cierto de que los vehículos siniestrados no sólo las tumben sino que directamente salten por encima. Curiosamente en la TF-1 hace unos meses que están cambiando en muchos tramos las vallas de los arcenes por barreras de este tipo, pero de obra porque ya MAHER cerró, y son muchos más seguras las barreras de contención laterales que las medianas que en algunos casos pueden que tengan entre 20 y 40 centímetros menos de altura. Vamos, que están prestando más atención al cuidado de la salida lateral de la vía que a la posibilidad de que los siniestros impliquen rebasar la mediana.
Y sí, dos trabajadores dejaron su vida este pasado jueves a la salida de los túneles de Güímar, tras rebasar un camión que circulaba en sentido contrario dos hileras de las New-Jersey provisionales (pero que allí el Cabildo instaló como definitivas vaya usted a saber por qué) de don Manuel Hermoso (o del tipo que vendía MAHER), que puso a pasar hambre a sus trabajadores antes de vender, que si hubieran estado rellenas de hormigón o de tierra -como hizo Dragados con la ampliación- se hubiera limitado sin la más mínima duda las consecuencias de la tragedia. Y yo no soy quién para pedir responsabilidades, que allí estuvo la Guardia Civil y el juez de guardia estudiando el siniestro, pero eso sí, por la seguridad de todos considero un tema urgente que el Cabildo devuelva las competencias en carreteras al Gobierno de Canarias o a quién sea. Baste decir que cuando se amplió la TF-1 hasta Güímar se estableció una limitación de velocidad de 100 Km/h entre Radazul y Añaza, uno de los tramos de autopista con más peligro de la Isla por cambios de rasante, curvas, retenciones habituales e incorporaciones peligrosas, y nada más asumir las competencias los señores de Carreteras del Cabildo tumbaron las señales y la llevaron a los 120 Km/h, máximo legal permitido. Y como esa cientos de ejemplos de irresponsabilidad, con muertos por medio como en el criminal asunto de instalar barreras New-Jersey provisionales como medianas definitivas de autopistas y sin fijación alguna al suelo.
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