Europa y España en particular se tienen que tomar muy en serio el problema de la inmigración. España es la puerta de Europa en relación con el continente africano. Ha de haber una política firme respecto a este tema, que no dé lugar a buenismos ni demagogias ni improvisación de ninguna clase.
El mundo desarrollado ha de invertir en los países de África más azotados por el hambre y por todo tipo de necesidades. Es una labor preventiva en origen.
El caso del "Aquarius" puede sentar un precedente muy alarmante por posible efecto llamada. Pero no solamente esto, sino que puede provocar una crisis europea con divisiones considerables, cuando lo que importa es la unión sin fisuras en materia migratoria.
Sobran, por tanto, la falsa sensiblería, las ocurrencias basadas en el buenismo, la improvisación alarmante y la demagogia en grado sumo y de mal gusto que se perciben con claridad en estos dramas humanos.
Los países desarrollados no han de cesar de aplicar políticas de desarrollo en las zonas depauperadas del planeta, de manera que muchos seres humanos no se vean obligados a salir jugándose la vida y poniéndose en manos de mafias.
Jesús Manuel Díaz Lorente