Ese día dimos una rueda de prensa muy concurrida y a pregunta de una periodista sobre nuestra opinión en relación con las ocupaciones de casas que estaban teniendo lugar en algunos barrios de la capital tinerfeña, nuestra respuesta fue favorable a las ocupaciones, afirmando que entendíamos perfectamente a las familias con niños que desesperadas optaban por derribar la puerta y ocupar la vivienda antes que quedarse en la calle.

En torno a esta cuestión hemos de aclarar que no somos partidarios de generalizar esta conducta, y mucho menos con viviendas de titularidad privada, cuyos dueños tienen el derecho legítimo a mantenerlas cerradas y a los que sólo cabría penalizar con fuertes cargas impositivas por mantenerlas cerradas. Pero sí entendemos como una negligencia grave de nuestras instituciones -Gobierno de Canarias y Ayuntamiento de Santa Cruz especialmente-, que habiendo tantas familias en Canarias que se están viendo avocadas a vivir poco menos que en la calle, no se habiliten con la premura necesaria las muchas viviendas que hay vacías en Santa Cruz de Tenerife y en otros núcleos urbanos. Es en este tipo de vivienda donde sí justificamos que una familia desesperada opte por derribar la puerta de una vivienda pública que está vacía y la ocupe, como medida de presión para que dicha vivienda y otras muchas se pongan a disposición de las familias que lo necesitan y dejen de estar cerradas. Algo que es especialmente sangrante en Santa Cruz de Tenerife, donde sabemos de la existencia de un edificio de viviendas sociales del Gobierno de Canarias en La Gallega que lleva dos años terminado sin que se otorguen las mismas, conocemos otras muchas viviendas sociales que están vacías y tapiadas desde hace años, y para colmo nos enteramos de que Ángela Mena y su Concejalía de Vivienda mantienen guardados 1,2 millones de euros del Estado sin usar para rehabilitación de vivienda u otros menesteres más útiles.

Y no dejamos el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para seguir hablando del problema de la vivienda y denunciar al tiempo la tibieza del Consistorio, donde no dudan en aprobar en el Pleno una Moción para ayudar a la casa ocupada Taucho como centro de interés social, y quedan todos los concejales tan contentos y orgullosos de su gesto, y en cambio nada hacen o dicen para ayudar a las familias desesperadas que están ocupando casas en Santa Clara o Añaza y están siendo desalojadas de las mismas, con el subsiguiente daño para esas familias que se ven avocadas a la calle y a la separación de madres e hijos en muchos casos, algo que no sucede en la casa Taucho, pues ahí no vive ninguna familia.

Lamentable, sin duda, para nuestro colectivo, la tibieza de nuestros representantes públicos, que sólo se mojan cuando el asunto es sencillo y no encierra compromiso.

En cualquier caso, ahí vamos a seguir nosotros mientras podamos, denunciando cuantas injusticias vayamos observando en relación con la gente que sufre.

Un 13 de octubre de 2012,

La Plataforma por la Dignidad de las Personas sin Hogar.