Hombre, en plena pandemia cualquiera diría también que lo urgente de verdad sería mejorar nuestros recursos sanitarios terminando hospitales, entre otras muchas necesidades, pero ni esta gente, ni la de antes, ni a este paso la que vendrá después está por otra cosa que no sea utilizar las perritas públicas para especular, en este caso con el suelo porque la obra en sí rodea la bolsa sobre la que ya se han lanzado los especuladores desde hace años. Ahora nosotros le pagamos la carretera y ellos retienen el suelo a unos precios desorbitados que nadie puede pagar, de hecho probablemente el 80% del polígono de Granadilla está así, sin que nadie pueda meterle mano a un metro de suelo ahí para una industria normalita porque el precio es prohibitivo. ¿A urbanizarles más terreno, con nuestros impuestos, a los de siempre para que sigan bloqueando el desarrollo de la Isla hasta cuando ellos quieran?

El problema grave del progreso industrial en Tenerife hoy por hoy no es precisamente la falta de suelo, objetivamente el polígono de Granadilla está vacío completamente hasta el punto que lo han llenado de aerogeneradores sin ningún problema, la cuestión es que la mitad de la inversión de cualquiera que quiera emprender algo se va a la adquisición de suelo que en nuestro caso, según datos de las asociaciones empresariales y el propio Gobierno está aquí diez veces más caro que en península. Lo de siempre, llega el Plasencia o el González de turno y compra a diez lo que después quiere vender a doscientos. Y todo con dinero público por medio.

Ya en un artículo de La Opinión de Tenerife de 2004, que reproducimos más abajo, se relataba de esta situación que 20 años después sigue igual o peor, curioso es que un personaje del Partido Popular, presidente de la asociación de industriales por aquel entonces, propusiera polígonos industriales públicos ¡comunismo! para solucionar esta situación cuando después venden la poca vivienda pública que hay a fondos buitre. Son así, levantarle los pies del suelo en forma de impuestos a los que se permiten tener solares industriales vacíos por décadas como el que se compra un lingote de oro para especular con su precio no, la especulación es lo primero como decía un afamado empresario cuyo mentor acabó muriendo en prisión: "mi trabajo es comprar barato y vender caro". En eso y en aquello que proclamaba Antonio Plasencia de que ni I+D+I ni leches sino si se ganaba dinero o no.

Que el dinero público, siempre pero sobre todo en momentos como éste, se siga dedicando a que unos cuantos revaloricen el suelo que compraron por cuatro perras gordas para especular a gusto pareciera algo impropio de gobiernos supuestamente progresistas que venían a cambiar cosas. Esto, francamente, es lo de siempre agravado por unas circunstancias que cualquiera diría que invitarían a hacer las cosas de otra manera, pero a peor la mejoría lamentablemente. No es de extrañar que desde el propio gobierno hayan estado mareando la perdiz con el hotel de La Tejita, al fin y al cabo el asunto lo terminaremos pagando todos de nuestros bolsillitos, porque sus pelotazos no están ahí sino en disparates como el del tercer acceso al puerto de Granadilla sobre el que nadie chista.

El 61 por ciento del suelo industrial no está ocupado por su elevado coste
El Cabildo intentará con los ayuntamientos que los precios sean razonables

Tenerife cuenta en la actualidad con una superficie industrial que supera los 22 millones de metros cuadrados, de los que 13 millones, un 60,78 por ciento del total, no están ocupados, según ha informado la consejera de Desarrollo Económico del Cabildo, Mónica Méndez. Según la consejera, el elevado coste de este suelo "no hace competitiva la instalación de una industria en la Isla".

La consejera de Desarrollo Económico del Cabildo, Mónica Méndez, comenta que "el problema del sector industrial en la Isla no es la falta de suelo sino su coste, que es demasiado caro para pequeños y medianos empresarios". Por esta razón, Méndez indica que la corporación, "aunque no tiene competencia en Industria, está trabajando con los distintos ayuntamientos de la Isla, y también con el Gobierno canario, para "intentar que los precios sean más razonables".

"Lograr que disminuyan los costes de este suelo favorecerá la instalación de nuevas industrias en la Isla, y también evitará que se ubiquen dentro de los cascos urbanos, algo de lo que suelen quejar los vecinos. Existen espacios específicos para la industria, pero el problema, como he dicho, es el precio", añade.

La consejera señala que en algunos municipios este suelo es público, como en el caso de San Miguel de Abona. "Los trabajos de colaboración están muy avanzados con este Ayuntamiento. Existe un proyecto con el que se propone que la corporación construya distintas naves en el suelo industrial de su propiedad para después venderlas o alquilarlas a empresas principalmente de la zona, de nueva creación, o que están ubicadas en el casco, a precios razonables", dice Méndez. Eso sí, para evitar la especulación, el suelo no se podrá vender por los nuevos propietarios en un número determinado de años, y la empresa tendrá que instalarse rápidamente, informa la consejera.

En aquellos municipios en los que todo el suelo industrial está en manos privada, "cabría la posibilidad de que los ayuntamientos compraran el suelo, siempre y cuando los costes no fueran muy altos", dice Méndez. Pero existe una fórmula más viable relacionada sobre todo con el suelo que pertenece a varios propietarios y que está sin urbanizar y sin desarrollar, añade la consejera, que "consiste en establecer un sistema de gestión a través de los planes generales que saque adelante dicho suelo a través de la cooperación municipal. El Ayuntamiento urbanizaría la zona, aunque los costes serían para los propietarios, y luego se vendería el suelo a un coste más bajo, pero "esto requiere gestión y asesoramiento, y en esta labor el Cabildo puede apoyar a los ayuntamientos".

Méndez informa de que en la actualidad la Isla tiene una superficie industrial de 22 millones de metros cuadrados, de los que 13 están sin ocupar. El área metropolitana cuenta con una superficie de más de 9 millones, de los que un 51,28 están libres; el suelo industrial del Sur ocupa 12 millones de metros cuadrados, de los que un 70 por ciento no se ha ocupado; y el Norte tiene 1.446.783 metros cuadrados, de los que 44,95 están sin ocupar.

Con respecto al Norte, dice que "existe un importante déficit en la zona de actividad industrial, por eso se está estudiando la posibilidad de crear una zona industrial en Icod, para ubicar empresas de la comarca que se encuentran en cascos y que molestan, y otras de nueva creación".

El presidente de Asinca dice que es necesario construir otro polígono

El presidente de la Asociación de Industriales de Canarias (Asinca), Benicio Alonso, coincide con la consejera de Desarrollo Económico del Cabildo de Tenerife, Mónica Méndez, en que "el principal problema del sector industrial es el coste del suelo, que aquí está a unos 126 euros el metro cuadrado", pero además Benicio Alonso señala que "a este problema se suma el hecho de que la mayoría del suelo se encuentra en manos privada, y que casi todo está aún sin urbanizar y sin desarrollar".

Por eso, el presidente de la Asociación de Industriales de Canarias cree necesario la construcción de un nuevo polígono industrial de unos 1.500.000 metros cuadrados de promoción pública, como los que existen en los municipios de Güímar y Granadilla, en el que "se pague un canon al mes o al año".

Sin embargo, la consejera de Desarrollo Económico del Cabildo ha asegurado que "no se ubicarán más polígonos grandes como los que se encuentran en estos municipios". "Se crearán comarcales o anexos a los cascos urbanos", añadió Mónica Méndez.

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