El 2,73% del voto verde se diluía sin escaños en el 1,04% de Los Verdes, el 1,02 de Los Verdes Ecologistas, el 0,37% de Vertice y el 0,3% de Alternativa Verda Moviment Ecologista de Catalunya.
Desde el principio, esta división del movimiento político verde dificultó la consolidación de un espacio electoral teniendo en cuenta que en España las fuerzas de izquierda también eran nuevas, en el sentido de la democracia recuperada a partir de 1977 e incluyeron pronto en sus programas aspectos verdes.
Aún no estaba la izquierda desgastada como ocurrirá a partir de la crisis de 2008 no sólo para la izquierda.
Así, estos primeros años son de escasísimos resultados electorales, muchas crisis internas, aparecen dos partidos estatales que, con permiso del Ministerio del
Interior, se llamarán también Los Verdes... Ecopacifistas en 1988 y en 1994 Los Verdes-Grupo Verde.
Los Verdes se convertirán en Confederación en 1995
¿Qué hacemos?
Puede ser una nota significativa sobre la necesidad mantener nuestro discurso alternativo verde y propio el hecho de que en la composición del nuevo gobierno el área de política ambiental, ni la energética, ni los transportes, ni la economía haya sido ocupada por Unidas Podemos.
Pero, ¿se puede decir que sólo hay entre un 2-3 % de voto ecologista en este momento en el conjunto del Estado Español, como a finales de los 80 del pasado siglo?...
Creemos que no, hay razones objetivas que nos hacen afirmar que existe potencialmente mucho más electorado que podría votar directamente candidaturas verdes o que vota a otras fuerzas pensando en verde.
Si fuese así, ¿en el momento político actual, con la aparición fulgurante de VOX (tercera fuerza política en el Congreso de los Diputados) y la tensión que supone entre el electorado progresista la necesidad de parar este avance de la ultraderecha ¿cómo podríamos abrir paso a la consolidación de esa alternativa propia, nítidamente verde teniendo en cuenta todas las barreras del sistema electoral, el conflicto territorial y las proclamas del voto útil, y la existencia de otros programas verdes dentro de otras candidaturas de progreso?
¿Es, como parece ahora, la política verde transversal y puede ser asumida realmente por la socialdemocracia que representa el PSOE o por las nuevas fuerzas de izquierda como Podemos en el conjunto del Estado con todas sus confluencias? ¿Qué va pasar con Equo y su apuesta mayoritaria por "Más País", mientras otros quieren formar otro nuevo partido verde?
¿Qué hacer?
Puede ser una nota significativa sobre la necesidad mantener nuestro discurso alternativo verde y propio el hecho de que en la composición del nuevo gobierno el área de política ambiental, ni la energética, ni los transportes, ni la economía haya sido ocupada por Unidas Podemos.
Existe el peligro de que la política ambiental del nuevo gobierno de las "izquierdas" sea más un intento de reparación de algunos de los daños más aparentes del modelo económico y del cambio climático que el impulso decidido de un nuevo modelo económico, político y social que Los Verdes defendemos como un nuevo modelo estratégico de economía verde, pacifista antinuclear.
Y la alternativa VERDE se hace cada minuto más imprescindible.
Ramón Francisco González Hernández
Portavoz de los VERDES/CANARIAS.