En el contexto de los patios de los centros educativos resulta muy difícil mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros entre los niños y niñas, lo que supone un riesgo para la salud tanto de los estudiantes como de los docentes que están a su cargo. Además, en esta circunstancia, el profesorado se vería, una vez más, sobrecargado de trabajo al intentar que se guardaran estas distancias, una vez retirado el uso obligatorio de la mascarilla.
En este sentido, desde CSIF exigimos que las mascarillas sigan siendo obligatorias en todo el entorno escolar y que, tanto el Ministerio de Educación como las diferentes administraciones educativas, no descarguen una vez más la responsabilidad en el profesorado. Desde el comienzo de la pandemia hemos demandado claridad y homogeneidad en los protocolos, atendiendo siempre a criterios sanitarios y teniendo en cuenta que la prioridad es salvaguardar la salud de docentes y estudiantes.
Jesús Manuel Díaz Lorente.
Delegado del CSIF