Los diputados doceañistas fueron los primeros parlamentarios de nuestro país, los cuales, además, debatieron y aprobaron la Constitución de Cádiz de 1812, popularmente conocida como La Pepa, la primera Carta magna de corte liberal de España e Iberoamérica.
Otra de sus luchas se centró en la eliminación de los abusivos impuestos y diezmos que cobraba la iglesia a sus fieles, de modo que no podemos más que concluir que fue un visionario y precursor de "batallas" que, lamentablemente, todavía hoy tienen razón de ser dentro y fuera de España.
Porque las ideas D. Antonio José Ruiz de Padrón también se vieron reflejadas en otros lugares. Como a tantos otros, la vida le llevó a cruzar el charco hacia La Habana, aunque por causas del azar, recaló en los Estados Unidos, donde estuvo en Filadelfia, Nueva York, Maryland y Baltimore.
Este gomero universal tuvo la suerte de departir con personajes célebres como Washington y Franklin, a quienes mostró con rotundidad sus ideas abolicionistas en contra de la Inquisición, siendo publicado su discurso y predicado por muchos sacerdotes americanos.
Las ideas liberales de Ruiz de Padrón calaron hondo sin duda en la formación democrática de los Estados Unidos, cuya constitución será fundamental para la historia de los Derechos Humanos
Y es que nuestro paisano fue un hombre realmente ilustrado, a lo que sin duda contribuyeron el carácter curioso y las ganas de aprender que siempre demostró, y que podemos reconocer también en acciones como su participación en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife.
La lucha por la libertad de todos los españoles y para garantizar la igualdad entre los seres humanos le llevó a convertirse, como recogen los cronistas de las Cortes de su época, en el "tostón de la Inquisición y en el percutidor incansable de todo lo malo".
Son muchos los ejemplos que podemos tomar de este gran hombre, un gomero más que supo superar las barreras geográficas y proyectarse al mundo, como lo han hecho también otros tantos grandes de nuestra Isla, para los que las reducidas dimensiones del territorio no han sido más que un aliciente.
De justicia es, por tanto, la distinción honorifica que a título póstumo y ante sus descendientes y representantes familiares le concedió el Cabildo, durante un acto institucional, en el que se puso en relieve la importancia de conocer y aprender de este gran hombre.
Participó también en el reconocimiento el periodista y escritor canario Juan Cruz, quien se refirió al sacerdote como "un cura contumaz", en palabras de Domingo Pérez Minik, y elogió su lucha por las libertades en un tiempo donde la libertad de opinión estaba regida desde los púlpitos frente a los que se rebeló.
Ruiz de Padrón murió en 1823, dejando tras de sí toda una estela a favor de los Derechos Humanos, los valores universales y la cohesión social, que hoy podemos y debemos seguir jóvenes y mayores, desde lo público y lo privado, desde lo particular y lo general, con el fin de realmente lograr esa sociedad justa e igualitaria a la que todos aspiramos.
Casimiro Curbelo
Presidente del Cabildo Insular de La Gomera
