Oñate compareció esta mañana en rueda de prensa junto al también diputado popular, Felipe Afonso, para recordar que "el Gobierno de Canarias conoce desde hace más de dos años los pésimos resultados que obtuvo nuestra educación en el informe PISA 2009, y hace más de un año que dispone de las recomendaciones específicas realizadas para las Islas por los técnicos de la OCDE, sin que hasta la fecha se haya tenido en cuenta ni una sola de ellas".
El PP considera "incomprensible" que un año después no se haya podido avanzar en ninguna de las 41 propuestas concretas de los expertos internacionales, "sobre todo teniendo en cuenta que la filosofía de las mismas no se basaba en un mayor gasto, sino en la necesidad de elevar la eficacia de nuestra inversión educativa, que es superior al de otras regiones españolas. Según explica Felipe Afonso, las conclusiones del Informe PISA destacan que el gasto de Canarias con respecto al PIB está próximo a la media de la OCDE en educación preuniversitaria (3.3%).
El PP coincide en que el origen del problema "no es solo económico", y sostiene que el fracaso de la Educación en Canarias no es fruto de los recortes presupuestarios de este ejercicio. "El desastre acumulado en las estadísticas, que afecta a toda una generación de canarios, es consecuencia directa de treinta años de errores en la gestión socialista y en mayor parte nacionalista de la Consejería de Educación, con plenas competencias para organizar y decidir sobre nuestro sistema de enseñanza durante tres últimas décadas", asegura Maribel Oñate.
MURO CONTRA LA EXCELENCIA
El diputado popular, Felipe Afonso, asegura que el consejero de Educación se ha convertido "en un muro contra la excelencia, por su limitada y sectaria concepción de la sociedad", y le responsabilizó de "manipular" los datos de abandono escolar, "recalculando medias anuales en lugar de cifras de fin de curso, que son las realmente relevantes, y en las que Canarias sigue a la cola de toda Europa".
Dotar de mayor autonomía a los centros ahorrándoles burocracia, desarrollar una cultura de la evaluación y cambiar el sistema de incentivos y retribuciones del profesorado para que no continuasen siendo lineales, eran otras de las líneas de trabajo propuestas.
Las recomendaciones del informe PISA canario incluían también otras medidas como la revisión de las jornadas escolares, que comienzan muy temprano y se prolongan hasta mediodía o después de comer; o el recorte de las vacaciones de verano, período en el que proponía habilitar escuelas para los estudiantes con dificultades de aprendizaje. Ninguno de estos asuntos ha sido abordado por la Consejería de Educación, y en algunos casos se han tomado decisiones en sentido contrario.
El informe PISA 2009 evaluó por primera vez a Canarias con muestra ampliada, centrándose en la comprensión lectora y las capacidades de los alumnos para manejarse en la era digital, además de analizar las competencias en ciencias y matemáticas, con la participación de 50 centros y 1.500 alumnos.
Ante los pésimos resultados obtenidos, que situaban al Archipiélago en el vagón de cola de todos los países de la OCDE y por debajo de la media nacional, el Gobierno de Canarias encargó un segundo informe a la misma organización que fue entregado a la Consejería a finales de 2011, y presentado públicamente en marzo de 2012.
El PP lamenta el escaso rendimiento que la Consejería de Educación ha dado al trabajo de los cinco expertos de la OCDE, que durante diez días realizaron un intenso trabajo de campo en 15 centros educativos canarios, incluyendo más de un centenar de entrevistas a agentes económicos, sociales, universitarios, sindicales y AMPAS de las Islas.