Morera recuerda que 2009 fue el año en que más fondos se destinó a programas especiales, "exactamente 25 millones en peonadas en centros públicos y 37 millones en asistencia concertada para diagnósticos y tratamiento, dentro de los 232 millones de euros que ese año recibieron los centros concertados". "Pues bien, tan solo se logró pasar de 20.495 a 20.063 enfermos en lista de espera quirúrgica", apunta el diputado. A su juicio, este hecho demuestra que la inyección de dinero para aplicar planes de choque "no funciona contra las listas de espera".
En este sentido, el portavoz socialista de Sanidad aboga por, dentro de una situación económica de "reducción de la aportación económica del Estado" y que "no permite licencias presupuestarias", plantear una estrategia basada en la optimización de los recursos, utilizando al máximo los locales y equipamientos públicos y dejar a un lado el modelo actual de programas especiales para pasar a otro de dos turnos de trabajo, para lo que habría que contratar más personal o proceder a un reajuste de horarios. Asimismo, el PSOE propone aplicar incentivos por resultados en salud en lugar de por volumen de trabajo; hacer un seguimiento especial de los tiempos máximos de espera para patología neoplásica y potencialmente invalidante; y dar más recursos a la atención primaria.
"Además, es fundamental que la ciudadanía pueda participar de una manera activa y efectiva en las decisiones sobre su salud, así como, por el otro lado, contar con los profesionales de la sanidad en el asesoramiento a la hora de priorizar los procesos en espera y a la hora de recurrir a la derivación a un centro concertado", explica Morera, para quien esto debe venir acompañado por "un mensaje de optimismo y confianza en el servicio público de salud, en sus profesionales y en su sostenibilidad", concluye.