El vicepresidente afirma que "para empezar, no es de recibo que un ministro exhiba una preferencia tan marcada por una Isla en detrimento de otra, por muy grancanario que sea; es una falta de visión, de lealtad institucional y una muestra de arrogancia increíble". Abreu entiende que "lo que sea bueno para el turismo en una Isla, lo será para el Archipiélago, y es Canarias, en su conjunto, la que merece y reclama el apoyo del ministro".
Peor que esto, sin embargo, es para Aurelio Abreu que el PP de Tenerife no haya alzado la voz para censurar esta actitud de José Manuel Soria, algo que achaca a la férrea disciplina de partido de los populares y al miedo ante las posibles represalias que pueda ejercer el ministro en su calidad de presidente del PP canario: "si no es así, no se explica que Manuel Domínguez, como líder del PP tinerfeño, no haya salido a defender una inversión que es del máximo interés para la Isla, para la mejora de su competitividad turística y para la generación de empleo; o es cobardía, o lo que sería aún más lamentable, completo desinterés".
El vicepresidente del Cabildo deduce que "para el PP la prioridad es no agitar las aguas del partido, muy por delante de defender los intereses de los ciudadanos, y este vergonzoso silencio es la mejor prueba". Añade que "para Canarias, y para toda España, es una calamidad que el ministro de Industria se pronuncie y actúe de una forma tan parcial, más pensando en sus propios intereses electoralistas que en el beneficio de los ciudadanos".
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