El primero de estos informes y que se encuentra en periodo de información pública, es el de impacto medioambiental del Plan Especial del Puerto, en el que sólo se califica como actividad molesta o que produce ruido el tránsito de vehículos pesados por las vías portuarias, sin contabilizar en ningún momento el ruido que generan los motores de los barcos cuando están atracados o el proceso de carga y descarga de contenedores. Esto mismo ocurre con el informe presentado recientemente del mapa de ruido de la capital, en el que se contabiliza como el principal ruido perjudicial el tráfico y no el ruido portuario, pese a ser una parte importante en el litoral de la capital, afectando desde la Avenida de Anaga, con el atraque de los barcos de Armas, Fred Olsen y Acciona, hasta María Jiménez, con los barcos de carga y descarga de contenedores.
Por eso desde Alternativa Nacionalista Canaria (ANC) aseguramos que para el Ayuntamiento es más importante sacar adelante sus ambiciosos proyectos urbanísticos que preocuparse por el bienestar de los ciudadanos, pese a existir numerosas alternativas con las que ambas iniciativas serían compatibles.
Una de las principales alternativas, a juicio de ANC, y que solucionaría parte del problema que genera el ruido, es el que se suministre la energía eléctrica a los barcos o buques que atraquen desde el propio muelle, ya que con esta medida los motores y generadores auxiliares de los barcos no permanecerían encendidos para el autoabastecimiento eléctrico, dando lugar a un ahorro en diesel marino y a una importante reducción de las emisiones contaminantes, ruido y vibraciones.
Los nuevos sistemas ya son empleados en numerosos puertos europeos y han supuesto un recorte en el consumo de combustible de hasta 20 toneladas métricas y una reducción en las emisiones de CO2 en 60 toneladas métricas durante una estancia de 10 horas en puerto. Asimismo, el sistema de conexión eléctrica desde el muelle al buque es fácilmente ampliable, y las inversiones en infraestructura son sostenibles durante décadas con ingresos a largo plazo y un mantenimiento relativamente reducid, ya que por cada nuevo puerto que invierte en conexiones en tierra, el valor acumulado de la tecnología se multiplica, puesto que repercute en un número cada vez mayor de buques e itinerarios marítimo.
