El expresidente ha asegurado que nunca se planteó dimitir en mayo de 2010 cuando anunció el primer plan de recortes desde que comenzó la crisis y ha indicado que el día que los ministros de Finanzas de la zona euro llegaron a un acuerdo para rescatar a Grecia lo que estaba en juego era "el futuro del euro".
No decir "crisis" fue un "error claro"
Zapatero ha reconocido que se equivocó al tardar en reconocer la existencia de la crisis. "El resistirme a usar la palabra fue un error claro", ha asegurado el expresidente, quien en su libro "El dilema, 600 días de vértigo", que está a punto de publicar, explica los motivos que le llevaron "a intentar no transmitir un mensaje negativo".
Al exdirigente socialista le preocupa que España "sea capaz de recuperar aquello que el Estado del Bienestar se ha dejado por el camino".
No obstante y a pesar del "retroceso" que se ha producido, ha asegurado que "no es lo suficientemente intenso como para que no acariciemos el compromiso y la idea de que cuando salgamos de la crisis recuperemos esos pilares".
En la entrevista, Zapatero también ha hablado de ETA, en el segundo aniversario del abandono de las armas, y ha resaltado que la violencia de la banda terrorista se terminó sin que se pagara ningún precio político.
Ha asegurado que hace un año que no habla con el presidente Mariano Rajoy, pero que sí lo hace a menudo con el rey, quien, a su juicio, no tiene que abdicar.
Respecto al futuro de su partido, ha mostrado su confianza en el actual líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, que está haciendo una tarea en un contexto muy difícil, que es "llevar al PSOE a un proceso de recuperación", pero no ha querido entrar sobre si éste debe presentarse o no a unas elecciones primarias.
Tampoco ha querido valorar casos como los ERE en Andalucía, que afecta a su partido, o el de Bárcenas, pues cree que como expresidente no debe juzgar.
