Para ANC, lo más aberrante de sus declaraciones es que Antona se posiciona contra el anunciado referendum o consulta popular sobre las prospecciones, afirmando que "Se va a por algo que no es competencia del Gobierno canario, sino del Gobierno de España" y lo admite permaneciendo impávido e indolente, como si la cuestión no tuviese solución o no fuese un Canario quién hace estas afirmaciones.
ANC admite que el argumento de Madrid es válido allí, invocando una Constitución que vela por la "unidad de España" de principio a fin, pero que la solución para Canarias es tener completas competencias sobre su territorio, su presente y su futuro, y eso tiene una solución, que Antona no es capaz de verbalizar, y se llama independencia administrativa.
Otra cosa es la soberanía popular, que España acota con un régimen democrático caduco y en Canarias estamos tragando, sin que pase de ser otro disfraz de salvaje colonialismo español.