Considera Sánchez que abstenerse "para posibilitar un Gobierno de derechas" no es una "cuestión táctica"- como plantean algunos miembros del PSOE- sino una "cuestión ideológica y esencial para el futuro de la socialdemocracia" y eso es lo que hay que dirimir, en su opinión. E iguala este debate ideológico se planteó en el PSOE a finales de los años 70 para abandonar el marxismo.
"Lo sensato es que los militantes hablen. Ha llegado la hora de votar", ha dicho Sánchez, para quien la "pluralidad de voces" existentes en el PSOE se ha traducido en la sensación de que "no hay autoridad en el PSOE".
Convocar las primarias y el Congreso- que tendrán que ratificar el Comité Federal este sábado- fue la respuesta del líder socialista a las peticiones de asunción de responsabilidad tras el descalabro electoral en Galicia y País Vasco desde dentro del PSOE, donde Sánchez es cuestionado desde hace meses por su negativa a abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy y por tratar de formar un Gobiern con 85 diputados.
Ha insistido, al igual que hizo este lunes en la rueda de prensa, en que de esta manera asume su responsabilidad y se ha mostrado, una vez más, "tajante" en su 'no' a Rajoy, para insistir también en su propuesta de Gobierno trasversal con Podemos y Ciudadanos. Si finalmente no es posible esa vía- ha añadido el socialista- tendrán que ser estos partidos los que asuman la responsabilidad.
Ofrece a estas dos formaciones diferentes vías: desde un Gobierno en coalición a uno Gobierno con independientes de prestigio, pasando por la posibilidad de pactar una cuestión de confianza tras dos años de Gobierno.
"Yo no quiero para mi país un presidente que mandó un mensaje de apoyo a Bárcenas", ha aseverado Sánchez.