Aún así, "se ha conseguido solventar esta llegada masiva, a pesar de la situación de emergencia", puesto que "la llegada de personas migrantes en los 5 primeros meses del año aumentó en un 600 por ciento" y, tras haberse declarado el estado de alarma, "la llegada de menores ha seguido en una línea ascendente, y que a las dificultades comunes, se han juntado varios agravantes como la paralización casi total, en la provincia de Las Palmas, de las pruebas óseas y la imposibilidad, por sensibilidad, solidaridad y sentido de la responsabilidad ante la difícil situación para todas, de que pudieran salir aquellos menores que habían cumplido la mayoría de edad".
Del Río ha recalcado "especialmente" el papel de los cabildos insulares, resaltando "el compromiso y la buena predisposición mostrada por el Cabildo de Lanzarote", y de algunos ayuntamientos "dignos de mención" como San Bartolomé de Tirajana, Moya, Tejeda, Telde, Arucas y La Aldea.
"Me da pena no poder decir lo mismo de todos los municipios, desgraciadamente, y esto nos ha pasado en Lanzarote, que hemos tenido alcaldes menos hospitalarios que han hecho comentarios muy poco empáticos, rallando en la xenofobia, ante la presencia de hogares o centros de niñas y niños no acompañados en sus municipios", ha criticado Del Río.
Entre las medidas puestas en marcha, Del Río ha incidido en que el pasado 24 de enero "hubo que abrir de forma urgente un nuevo Dispositivo de Emergencia de Atención a Menores Extranjeros No Acompañados, con una capacidad para 24 menores", en San Bartolomé de Tirajana; que el 7 de febrero se abrió uno más en Tejeda para 36 menores y una semana más tarde, el 14 de febrero, "con la red de hogares de protección y los CAI sobreocupados", se abrió otro en Telde, con una capacidad para 25 niñas y niños.