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23 Feb

Casado: "Entiendo la política desde el respeto al adversario y la entrega a los compañeros"

Nacional/ En un durísimo momento en lo político y en lo personal, Pablo Casado ha intervenido en tono de despedida en la que podría ser su última sesión de control al Gobierno como líder de la oposición en el Congreso de los Diputados.

Tras haber perdido el apoyo en todos los sectores del PP y con su liderazgo pendiente de un hilo, Casado ha dejado los ataques al Ejecutivo para hacer una reflexión serena: "Yo entiendo la política como la defensa de los más nobles principios y valores, el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros. Todo para servir a España y a la causa de la libertad".

Entre una enorme expectación, Casado ha entrado en el Congreso acompañado de la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, y de la vicepresidenta del Congreso Ana Pastor. No así de Teodoro García Egea, que dimitió este martes como secretario general del partido y que no ha acudido al Parlamento.

Al finalizar su intervención, ha sido ovacionado por su grupo parlamentario, que se ha puesto en pie entre aplausos. Es el mismo grupo que este martes, en parte, le dio la espalda con un comunicado pidiendo el congreso extraordinario para designar un nuevo líder. Gamarra fue una de las diputadas que no firmó dicho comunicado. Y ha aprovechado su intervención posterior en el Congreso para hacer constar "el gran respeto y agradecimiento" del PP a su presidente.

Y después de la respuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Casado ha decidido no usar su turno de réplica, se ha levantado visiblemente emocionado de su escaño y se ha marchado a su despacho en la primera planta del Congreso junto con sus más fieles compañeros: los diputados Pablo Montesinos, Ana Beltrán y Antonio González Terol y su directora de comunicación, María Pelayo. Cuatro personas que no le han dado la espalda como otros dirigentes que pasaron de reivindicarle hace tan solo unos días a pedir su dimisión.

Casado pide a Sánchez "ensanchar el espacio de la centralidad"
Pero antes de marcharse del Hemiciclo, Casado ha tenido tiempo para pronunciar algunas palabras más, dirigidas a Sánchez, a quien ha recordado, como hizo en el debate de investidura, que su "responsabilidad" es "ensanchar el espacio de la centralidad" para que tanto el PP como el Partido Socialista pudieran "ganar en él", sin necesidad de pactos "con los que no creen en España, ni de alianzas con los que atentaron contra ella".

En el 41 aniversario del intento de golpe de Estado del 23F, Casado ha hecho una defensa de la democracia y de la Transición y ha añadido: "En esta época tan difícil, al final de una terrible pandemia y al inicio de una crisis internacional, nuestro deber es devolver la tranquilidad a nuestros mayores, la esperanza a nuestras familias, y la ilusión a nuestros jóvenes", ha proclamado.

"Espero que el Gobierno se ponga al servicio del interés general con respeto a las instituciones, a la unidad nacional y a la igualdad de todos los españoles. Porque es a ellos a quienes nos debemos. A nadie más".

En las últimas horas ha habido muchas dudas sobre si Casado mantendría su intervención en el Congreso. Montesinos ha defendido que ha acudido por "obligación y respeto a la soberanía nacional". Sin embargo, su intervención se ha alejado de la pregunta registrada hacia el presidente del Gobierno: "¿Cuánto más está dispuesto a ceder a sus socios independentistas para seguir en La Moncloa?".

Sánchez: "Le deseo lo mejor en lo personal"
Sánchez también ha aparcado la "diferencia y la discrepancia política" entre ambos líderes para manifestar: "Le deseo, en lo personal, lo mejor". Sin embargo, el jefe del Ejecutivo ha defendido que el Gobierno, en lo que "está", que es en "superar" la crisis provocada por la pandemia y en "consolidar la recuperación económica".

Por ello, ha dicho: "Anuncio que el Gobierno no va a adelantar las elecciones generales ni disolver de forma anticipada las Cortes". Ya lo aclaró cuando le preguntaron a raíz de la crisis del PP, pero lo ha dicho de forma más rotunda. "Las elecciones generales se convocarán cuando corresponda. Competiremos legítimamente en base a nuestros méritos y no de las debilidades de nuestros adversarios. Así es como entendemos el patriotismo democrático".

Y ha lanzado también un reproche a la formación de Casado: "Sucede que en estos dos años la oposición se ha instalado en la descalificación constante, negando incluso el principio democrático esencial, como es la propia legitimidad y la existencia de este Gobierno. Nosotros no vamos a actuar así, tenemos muy claro nuestra responsabilidad con España y con los españoles".

Sánchez no ha sido el único que ha deseado "lo mejor" a Casado. También lo ha hecho la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, durante su intervención. También el líder parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, en un mensaje de Twitter. "A Pablo Casado le he escuchado desearnos barbaridades y le he visto aplaudir dichas barbaridades", comienza su mensaje, en el que Rufián añade que, "aunque sea a veces muy difícil", cree "firmemente que ni el rencor ni la bilis caben en política": "Por ello, desde aquí y pase lo que pase, quiero desearle lo mejor en lo personal".

Las horas más críticas para Casado
Casado vive sus horas más críticas a raíz de la crisis que estalló la semana pasada entre acusaciones cruzadas de espionaje y corrupción con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, como presidenta. Su futuro político dependerá de la reunión que mantendrá este miércoles con los líderes territoriales del PP (entre los que no está Ayuso, sino el presidente de la gestora del PP madrileño, Pío García Escudero).

Este martes, tras quedarse prácticamente solo y sin apenas apoyos en todos los sectores del PP, cedió a la presión de los barones territoriales. Reunirá el próximo martes a la Junta Directiva Nacional para poner en marcha el XX Congreso Nacional, que tendrá carácter extraordinario, y del que saldrá el nuevo liderazgo. Un liderazgo para el que prácticamente todas las voces apuntan al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, que ya ha avisado que tomará las "decisiones" en función de lo que le pida el partido.

El análisis de la situación dentro del PP es compartida: "Insostenible", "colapso", un PP que se está "desangrando". Y quedó reflejado este martes con las distintas dimisiones en el partido. La última, la de Egea, quien fuera su mano derecha de Casado y su número dos, cuya cabeza pedían muchas voces en el partido. También dimitieron de sus cargos orgánicos en el PP el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, así como Andrea Levy, Belén Hoyo y Ana Vázquez.

De acuerdo con los estatutos del PP, la celebración de un cónclave extraordinario para decidir el futuro de la formación requiere como mínimo un plazo de mes y medio, aunque "en casos de excepcional urgencia" puede reducirse hasta los 30 días siempre que se hagan constar "las causas que fundamentan la urgencia". Si el martes finalmente decide convocarse, el congreso podría tener lugar el primer fin de semana de abril.

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