La diputada ha argumentado que los propios sanitarios achacan a la presión que sufrió el sistema, muchos casos de enfermedades que no se trataron bien. Hubo pacientes que sufrieron infartos y que no fueron a las urgencias, según cuentan los profesionales sanitarios que, además, se están encontrando con casos de cáncer en unos estadios ya muy avanzados porque no se diagnosticaron a tiempo".
"Ustedes no quieren reconocer la realidad", le ha recriminado la diputada al consejero. Y esa realidad es que pasar ocho meses esperando por una prueba diagnóstica o por una consulta con un especialista, o esperar más de un año por una operación, "repercute en tu salud, en tu calidad de vida y puede significar una mayor mortalidad". Espino ha pedido "sentido común" porque "no reconocerlo" como hace el consejero de Sanidad "es grave".
La diputada ha insistido en que se analice lo que está ocurriendo y ha señalado que tener una lista de espera que se ha incrementado un 7 por ciento de enero a junio, a 34.000 pacientes para ser intervenidos quirúrgicamente, a 8000 personas esperando más de medio año por una operación y a 22.000 por una prueba diagnóstica mientras sufren dolor y ven como su salud se deteriora cada día más "tiene consecuencia que pueden llevar a elevar la mortalidad".
En relación a la información que se dio a conocer también en este Pleno que indicaba que la mortalidad en niños de 0 a 14 años se había incrementado en más de un 20 por ciento pero que ha sido que ha desmentida por la Sociedad Canaria de Pediatría, la diputada Vidina Espino, ha solicitado al Gobierno que aclare si este dato es cierto.