El Cabildo ha tenido que llevar a cabo varios trabajos de acondicionamiento tanto del conjunto del Parque como de su centro de interpretación, tras tres años de cierre, para poder destinarlo tanto a visitar a su centro de interpretación como a rutas guiadas por sus bienes arqueológicos. El centro de interpretación permanecerá abierto al público todos los días de la semana de 10 a 18:00horas.
Tal y como explicó su presidente, la Institución ha encomendado la gestión del Parque Cultural El Julan a la Empresa Insular de Servicios Turísticos El Meridiano SAU con el propósito de facilitar y garantizar su necesaria puesta en valor como uno de los bienes arqueológicos más importantes de cuantos atesora el Archipiélago. "Con esta reapertura no sólo garantizamos que los herreños, la población local, pueda disfrutar, conocer, nuestro rico patrimonio cultural sino que, a su vez, añadimos un plus de calidad, de buen servicio, para nuestro sector turístico, permitiendo que nuestros visitantes puedan descubrir que Canarias es mucho más que sol y playa, que El Hierro atesora joyas como El Julan que merecen conocerse", afirmo Alpidio Armas esta mañana.
Hasta el próximo 10 de octubre podrá visitarse de forma gratuita, con lo que se podrá conocer no sólo el rico patrimonio legado por los antiguos aborígenes de la isla del Meridiano –los bimbapes o bimbaches- sino también la primera de las exposiciones temporales que acoge su centro de interpretación en este nuevo periodo de uso público: "Dos mil años del trabajo de la piel en La Palma", una muestra itinerante realizada por el Museo Arqueológico Benahoarita, dependiente del Cabildo de La Palma, bajo la dirección de los comisarios Jorge Páis y Nuria Álvarez, y la colaboración de numerosos voluntarios, como Carlos Asterio o Carlos Cecilio, así como con los pastores que aún se dedican a esa labor ancestral en la Isla Bonita.
La exposición permite realizar un recorrido de esta industria desde la etapa prehistórica de La Palma hasta la actualidad, mostrando numerosos paralelismos con la evolución de esta actividad en El Hierro.
Los contenidos de la exposición parte de la cabaña ganadera benahoarita, el tratamiento de la piel y el proceso de trabajo, las herramientas empleadas por los aborígenes palmeros, así como los productos resultado de esta actividad y su imbricación en su vida cotidiana: vestimenta, recipientes, mundo funerario. Ya en época histórica se aborda la introducción de nuevas especies animales, el mantenimiento de pautas heredadas de los aborígenes y la introducción del proceso del tintado de la piel.
En esta ocasión el Centro de Interpretación de El Julan complementa la información, sin restarle el protagonismo, con dos paneles dedicados a aspectos relacionados con la piel en El Hierro, uno dedicado a enfermedades dentales en la población bimbape, consecuencia del empleo de los dientes como herramienta del trabajo de la piel; y otro dedicado a los Carneros, manifestación genuina del Carnaval herreño.
EL JULAN
El Parque Cultural de El Julan alberga numerosos yacimientos arqueológicos, alguno de los cuales declarados Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica por el Gobierno de Canarias.
Los yacimientos que alberga son de muy diversa naturaleza: aras de sacrificio, concheros, cuevas de habitación, poblados de cabañas, cuevas sepulcrales, talleres líticos, entre otros. Pero los más emblemáticos son el Tagoror y los yacimientos rupestres de Los Letreros y Los Números.
La trascendencia cultural y científica de la zona determinó que la Administración Autonómica adquiriera una superficie total de 156,99 hectáreas acometiendo, además, las obras de infraestructura necesarias para la dotación de un Centro de Interpretación.
En este sentido, el 11 de abril de 2005 se suscribió un Convenio de Colaboración entre la Consejería de Cultura del Gobierno de Canarias y el Cabildo de El Hierro, para el uso de la Zona Arqueológica de El Julan y la gestión de su Centro de Interpretación mediante el otorgamiento de un permiso de ocupación temporal.
Las estaciones de grabados rupestres de Los Letreros y Los Números eran conocidas por la población local desde antiguo, que las designó con nombres alusivos a la similitud de algunos motivos con las letras de nuestro alfabeto y los números árabes. Siguiendo la tradición oral, el ilustrado Juan Antonio de Urtusáustegui fue el primero que dejó constancia escrita de la existencia de caracteres grabados sobre roca a finales del siglo XVIII. En el último tercio del siglo XIX, el sacerdote herreño Aquilino Padrón, en su segunda intentona y siguiendo también la tradición oral, descubre para la comunidad científica la existencia de grabados en El Julan. Desde entonces, la zona de El Julan ha sido de esencial importancia para el conocimiento del pasado prehispánico de la isla y del Archipiélago.
