Del árbol a la mesa o a la despensa en forma de mermelada, confitura, relleno de bollería, pastelería tradicional, helado, orejones caramelizados, licor... o, entre otros usos, como simple fruta al natural o incluso en almíbar. El objetivo es que el excedente frutal que se genera en el municipio no se pierda ni tampoco devalúe su valor potencial en el mercado de la alimentación.
Esa es la idea matriz que respira el nuevo curso práctico sobre el aprovechamiento del albaricoque para la elaboración de productos derivados, organizado este lunes y martes por la Concejalía de Agricultura del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana en estrecha colaboración con el Servicio de Extensión Agraria del Cabildo de Gran Canaria.
Al curso, impartido de cinco a ocho de la tarde en las instalaciones y la cocina de la Guardería Municipal de El Tablero, asisten una treintena de vecinos vinculados al sector agrícola del municipio, pero también entre ellos una docena de alumnos que ya se están formando en el Taller de Empleo Nutriserv impulsado por el Ayuntamiento para abrir una vía laboral en los ámbitos de la alimentación y el turismo.
El nuevo curso sobre los usos potenciales del albaricoque de Tirajana se inserta en el plan de recuperación socioeconómica de este cultivo frutal que la Concejalía de Agricultura ya inició el año pasado poniendo en marcha distintas iniciativas con ayuda del Cabildo.
Entre esas iniciativas destacan la edición de un cartel promocional con las cinco variedades de mayor importancia en el municipio (Currot tardíos y mayeros, Sayeb, Canino Carricera y Rojo tardío, que copan casi el 90% de la producción media de este fruto, cifrada en unos 350.000 kilos anuales); la impartición de distintos cursos teórico-prácticos sobre cuidados, poda e injertos de este frutal, y la más reciente presentación de su etiqueta promocional e identificativa para asegurar su comercialización como producto eminentemente local.
Industria transformadora
La enseñanza sobre los usos posibles que se le pueden dar a los albaricoques está corriendo a cargo del profesor técnico de F.P. de Hostelería y Turismo en el IES de Santa María de Guía, Rubens Déniz Cárdenes, que valora "la buena iniciativa del Ayuntamiento por promover un curso de mucho provecho destinado a darle salida los excedentes de esta fruta característica de este municipio".
Las salidas para esos excedentes "son muchas", afirma este profesor especialista en las ramas de cocina y pastelería. "Son tantas que incluso podría surgir en el municipio una pequeña industria transformadora montada como cooperativa, que además del albaricoque también contemple la realización de trabajos con otras frutas exóticas como las mangas, las ciruelas o incluso los higos y los tunos", afirma el concejal de Agricultura, José Carlos Álamo.
Esa posibilidad existe. De hecho, un grupo de vecinos asistentes al curso no descartar asumir el reto de crear esa empresa transformadora alimenticia para afrontar una iniciativa hasta ahora inexistente a nivel municipal y muy poco explorada a nivel regional, que se presenta con amplias expectativas y un alto margen de maniobra en el sector turístico.
