Una vez recabados los informes pertinentes, se determina que tal vertido se trataba de un charco producido por las precipitaciones acaecidas el jueves, día 16, y el viernes, 17 de mayo, así como por el estado del mar en esas jornadas, dado que bajo el puente de la avenida existe un badén que genera una acumulación de agua junto a la Estación de bombeo de Aguas Residuales (EBAR).

Además, el mismo viernes 17 de mayo, el servicio responsable de mantenimiento de la estación de bombeo estuvo realizando labores de inspección rutinarias en la misma zona sin detectar anomalía alguna.

Posteriormente, y en una visita de inspección realizada el pasado martes, día 21 de mayo, se pudo constatar que es el barro provocado por un estancamiento de agua bajo el puente de la avenida el objeto de las imágenes publicadas.

En dicho punto, se detectan desechos comunes de las superficies urbanas presumiblemente arrastrados por la escorrentía superficial a lo largo del barranco de Bañaderos.

Con respecto a la zona de El Molino, se trata de manchas de vertidos anteriores previos a las actuaciones de mejora en la estación de bombeo. No obstante, desde el Ayuntamiento se está realizando un seguimiento estricto para subsanar cualquier deficiencia que surja después de las obras acometidas.

El Grupo de gobierno considera lamentable e irresponsable que los concejales de Nueva Canarias, ante un presunto hecho tremendamente grave por las consecuencias medioambientales que ello conlleva, no lo hayan puesto en conocimiento del servicio de abastecimiento o de las autoridades municipales para que se tomaran medidas inmediatas, haciéndolo varios días después en los medios de comunicación.

La concejala de Aguas del Consistorio norteño, Esther Suárez, destaca que "esta actitud pone de manifiesto que la única intención de Nueva Canarias es obtener rédito político a cualquier costa, lo que está lejos de la labor que debe ejercer un buen concejal: trabajar por el interés general y es que hechos como este así lo corroboran".