Uno de los objetivos del plan, que queda pendiente de la aprobación definitiva por parte del Ejecutivo canario, es recuperar los acuíferos de Gran Canaria, para lo que el Consejo Insular de Aguas ya ha tomado medidas y lograr equilibrar así las aguas subterráneas.
Por ello, se profundizará en la producción industrial de agua, para lo que contempla nuevas obras de almacenamiento y la ampliación de las depuradoras de Jinámar y Bocabarranco, así como la construcción de sus respectivos emisarios submarinos.
En cualquier caso, para incrementar esta capacidad de almacenamiento el Plan descarta la construcción de presas en la cabecera de los barrancos y opta por balsas cercanas a los lugares en los que se necesite el agua, la primera de ellas prevista en Guía, donde se empezará a construir el próximo año con una inversión de un millón de euros.
El Plan Hidrológico de Gran Canaria es indispensable también para poder acceder a las subvenciones necesarias para financiar las obras previstas, procedentes en su mayoría de fondos europeos y de los convenios entre El Gobierno estatal y canario.