El plazo de ejecución es de seis meses para realizar los trabajos de reparación de la carpintería, el pavimento y las dependencias que sirvieron como vivienda al farero y las estancias que aún conservan la antigua maquinaria del faro.
Así, el Faro albergará un espacio que servirá a los artesanos grancanarios de escaparate abierto a los miles de turistas que visitan la zona cada año y al público local, mientras que el Patronato de Turismo del Cabildo instalará un expositor con información en varios idiomas para mostrar los puntos de interés, parajes naturales, oferta gastronómica, museos, rutas y enclaves arqueológicos de Gran Canaria.
Asimismo, las obras incluyen la climatización del espacio que albergará el futuro museo etnográfico, ya que el lugar que requiere de unas condiciones de humedad y temperatura determinadas que permitan la conservación de atractivas piezas de la cultura tradicional de Gran Canaria.
El museo etnográfico del Faro de Maspalomas, cuya gestión correrá a cargo de la Fundación para la Etnografía y Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac), se realizará en un procedimiento posterior, previsto para 2018.
Cinco años parado
El Faro de Maspalomas, ideado por el ingeniero Juan León y Castillo, emitió su primer destello en 1890 y ha sido objeto de sucesivos proyectos de mejora. El último de ellos, que comenzó hace cinco años pero quedó sin concluir, dejó restauradas en parte las dos plantas inicialmente usadas como viviendas y esta actuación aprovechará las mejoras válidas y terminará con el acondicionamiento del lugar.
La puesta en funcionamiento de la tienda y el punto de información turística constituirán un interesante complemento a la oferta comercial de la zona, que en su mayor parte pertenece al sector de la restauración, y complementará el frente marítimo de Meloneras, otorgándole un indudable atractivo al espacio, uno de los lugares más visitados por los turistas de Gran Canaria que acuden cada tarde a disfrutar de las impresionantes puestas de sol.