La pandemia por COVID-19 ha retrasado el comienzo de esta actuación que estaba prevista para el mes de febrero. Ahora la maquinaria se ha puesto en marcha para acondicionar los alrededores del Molino Quemado y proceder a la instalación de un módulo de recepción-administración, otro de aseos y una estructura porticada que estará cubierta con materiales reciclados y se mimetizará en el ambiente con una planta de parra. La función de esta última será proteger de sol el área de servicios en la que también se incluirá la venta de productos primarios del municipio.
Los que visiten el Molino Quemado también encontrarán un plaza en la que habrá un espacio destinado al cultivo de cereales (trigo, cebada, centeno y millo) que podrá ser aprovechado por propios vecinos y vecinas, así como una era de trillar que conectará con una cantonera y el área de juegos infantiles.
Los cactus y el resto de vegetación que con motivo de las obras han tenido que ser retirados de la parcela, se ubicarán en otros jardines del municipio.
Musealización interior finalizada
Desde febrero, el interior del Molino Quemado se encuentra equipado con maquetas de la historia del mismo y de otros existentes en Canarias; con pantallas táctiles a través de las que se puede acceder, tanto en español como en inglés, a información de los molinos de la isla, los diferentes tipos de cereal cultivados en Gran Canaria y la elaboración tradicional del gofio; una vitrina con un molino de mano tradicional, un mortero y expositores con diferentes clases de cereales y otras legumbres. En la última de las tres plantas de esta edificación histórica se ha incluido cartelería en la que se detalla la