El tornado, de dos kilómetros de ancho y vientos de 300km por hora, ha afectado a los suburbios del área sur de Oklahoma City, donde a lo largo de 12 kilómetros, entre las poblaciones de Newcastle a Moore, han quedado arrasadas multitud de viviendas.
El Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) ha señalado, en sus primeras estimaciones, que fue un tornado de categoría EF4, la segunda máxima, con vientos de hasta 320 kilómetros por hora.
Obama declara el estado de emergencia
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha declarado el suceso como "gran catástrofe" (lo que equivale al estado de emergencia) y ha ordenado ayuda federal como suplemento a las fuerzas estatales y locales de recuperación, según ha informado la Casa Blanca.
El comunicado de la Casa Blanca ha especificado que la ayuda incluye subvenciones para alojamientos provisionales, reparaciones de hogares, propiedades que no cubran los seguros y recuperación de otros bienes.
Washington ha explicado también que Obama se ha puesto en contacto por vía telefónica con la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin.
Decenas de niños desaparecidos
Antes de que se dieran a conocer las cifras de fallecidos, los equipos de emergencia estaban buscando a dos docenas de niños de la escuela elemental Plaza Towers, que ha quedado seriamente dañada por el tornado, según han indicado los medios locales.
Las imágenes captadas por la televisión local KFOR muestran la devastación causada por el tornado, con casas y escuelas seriamente dañadas, mientras los equipos de emergencia buscan a los supervivientes y a posibles víctimas y heridos.
Se teme, además, que haya personas atrapadas entre los escombros.
La escuela elemental, un instituto, un cine y un hospital están entre los edificios más dañados por el tornado.