Una nota informativa publicada en el Ayuntamiento de Tacloban informaba también, a primera hora de este viernes, de que la cifra había ascendido hasta los 4.000 muertos, superando por primera vez de manera oficial, y por un amplio margen, los datos ofrecidos por el Gobierno.
Este cambio supondría un aumento de alrededor de 2.000 fallecidos en apenas unas horas, desde la última confirmación oficial. El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, había predicho que la pérdida de vidas rondaría los 2.000 o 2.500.
600 presos evadidos
La enviada especial de TVE a Filipinas, Marían Serén, informa desde Tacloban que la seguridad es otra de las principales preocupaciones de las autoridades, aparte de la distribución de agua y comida.
La Policía sigue buscando a 600 presos evadidos de las cárceles de la provincia de Leyte. Según fuentes de la cárcel de Tacloban, que han hablado con el equipo de TVE, entre los fugados habría exmiembros del grupo armado Frente Moro de Liberación Nacional.
El gobierno filipino se encuentra bajo una presión creciente para que la distribución de comida, agua y alimentos a la población sea más rápida.
Mientras la ayuda internacional ha comenzado ya a llegar y decenas de países han enviado víveres y equipos de emergencia, la distribución encuentra muchas dificultades debido al estado de las carreteras y a la falta de transporte.
Este viernes se sumará a las tareas de distribución de ayuda el portaaviones de EE.UU. George Washington, que transporta 5.000 marineros y 80 aviones. Ya hay más de 300 soldados de EE.UU. sobre el terreno.
Dos aviones españoles han partido también hacia el pais asiático con víveres y material médico. Siete ciudadanos españoles, tres turistas y cuatro residentes, continúan sin dar señales de vida.