"Todo nuevo inmigrante irregular que cruce desde Turquía hasta las islas griegas a partir del 20 de marzo será devuelto a Turquía. Se hará con pleno cumplimiento de la normativa europea e internacional, excluyendo cualquier tipo de expulsión colectiva", reza el comunicado consensuado entre Bruselas y Ankara.
El texto asegura que todos los migrantes "serán protegidos en función de los estándares internacionales y respetando el principio de no devolución", que exige que los solicitantes de asilo no sean deportados al lugar del que han huido. "Será un medida temporal y extraordinaria, que es necesaria para terminar con el sufrimiento humano y restaurar el orden público", recalca el comunicado, que indica que la Unión Europea asumirá los costes de devolución de los inmigrantes irregulares.
"Cualquier solicitud de asilo será tramitada de forma individual por las autoridades griegas"
La nota explica que los inmigrantes que lleguen a territorio griego serán registrados, de forma que "cualquier solicitud de asilo será tramitada de forma individual por las autoridades griegas" siguiendo la directiva comunitaria sobre derecho de asilo, aunque se hará en colaboración con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para el Refugiado (ACNUR), en un esfuerzo por reforzar la legalidad del proceso. Quienes no cumplan los requisitos necesarios para obtener el asilo, serán devueltos a Turquía.
El acuerdo incluye también, tal como se esbozó en la cumbre anterior, un mecanismo de acogida de refugiados de Siria, de forma que, por cada inmigrante irregular sirio deportado a territorio turco, los Veintiocho se comprometen a reasentar en territorio europeo a otro sirio que esté en Turquía, aunque ahora se alude explícitamente a los "criterios de vulnerabilidad de la Naciones Unidas".
"Se dará prioridad a los migrantes que no hayan entrado previamente o intentado entrar en la Unión Europea de forma irregular"
"Se dará prioridad a los migrantes que no hayan entrado previamente o intentado entrar en la Unión Europea de forma irregular", indica el comunicado, que explica que los países se comprometen a cumplir el acuerdo de reasentamiento de refugiados alcanzado el año pasado, que ofrece aún un margen de 18.000 personas. Asimismo, se prevé el reparto voluntario, si fuera necesario, de hasta 54.000 personas más entre los Estados miembros.
De un modo más genérico, el acuerdo recoge que Ankara tomará "todas las medidas necesarias" para impedir que se abran nuevas rutas de inmigrantes ilegales entre su territorio y la Unión Europea
Las contrapartidas para Turquía
En cuanto a las contrapartidas que obtiene Turquía, los Veintiocho prometen acelerar, en primer lugar, el desembolso de los primeros 3.000 millones de euros pactados para que el Gobierno de Ankara pueda atender a las necesidades de los 2,7 millones de refugiados sirios que alberga en su territorio; si se cumplen los objetivos previstos, se movilizarán los otros 3.000 millones de euros acordados.
Asimismo, la Unión Europea acelerará los trámites para la liberalización de visados para los ciudadanos turcos, que deberá entrar en vigor en junio de este año "si todos los requisitos se cumplen", matiza el texto, que especifica que el Ejecutivo turco debará cumplir con las exigencias de la Comisión Europea para que esta pueda presentar una propuesta an abril tanto al Consejo Europeo como al Parlamento.
En cuanto a las negociaciones de adhesión, uno de los aspectos que más reticencias había suscitado entre algunos países miembros, como Chipre, los Veintiocho se comprometen a abrir un nuevo capítulo, el 33, relativo a previsiones financieras y presupuestarias, antes de que este verano acabe la presidencia holandesa. Sería el segundo en apenas seis meses, después de que en diciembre se abriera el capítulo 17, relativo a política económica y monetaria.