Además, se suma un régimen de vientos que está impulsando cenizas hacia otras islas, La Gomera y Tenerife, lo que complica el tráfico aéreo y mantiene los vuelos cancelados en la isla de La Palma.
La actividad sísmica sigue aunque ha disminuido ligeramente, al menos de forma aparente, aunque el pasado fin de semana se registró en la isla el segundo seísmo de magnitud 5, desde que el pasado 19 de septiembre se inició el proceso eruptivo en Cumbre Vieja.
La lava del volcán continúa su avance hacia el mar después de haber afectado a una superficie de 987,9 hectáreas.