El de los nacionalistas y populares en el Cabildo de Lanzarote era el único pacto de Gobierno de incidencia insular tras la fractura del pacto en el Cabildo de Gran Canaria, que provocó la marcha a la oposición de dos consejeros de CC.
El fin del pacto llega nueve meses después de que ambas formaciones suscribiesen un acuerdo para la Isla tras las autonómicas de mayo.