Asimismo, destacó que había creído en su inocencia hasta el momento en el que llegaron datos de sus cuentas millonarias en Suiza, que además de ser un acto de deslealtad con el PP, era un hecho ilegal que no admitía dudas.
Rajoy argumentó que cometió con Bárcenas el error de creer a un falso inocente. "Me engañó, sí. Lo tenía muy fácil. No condeno a nadie de manera prematura. Siempre he actuado así", argumentó.
Asimismo, subrayó que el ex-tesorero ataca al PP como estrategia defensiva, aunque sus acusaciones son falsas. Por ello, reiteró que el PP no ha tenido una doble contabilidad y sólo se han pagado sueldos en blanco. En este sentido indicó que sus declaraciones de la última década están a disposición de todo el mundo.
El jefe del Ejecutivo indicó que si todo lo que aparece en los "papeles de Bárcenas" es cómo lo que dice de él mismo, esos documentos son una "ingente colección de falsedades, como demostrará la justicia con el tiempo".
Por ello, pidió que se deje trabajar a la justicia, que es a la que le corresponde establecer la verdad. Por ello, advirtió que el Parlamento es una cámara, no un tribunal y no puede convertirse en una gran comisaría.