El Banco de España ha emitido una nota donde confirma que BFA-Bankia le ha comunicado "su decisión de no recomprar en los términos y condiciones acordados los títulos emitidos por valor de 4.465 millones que suscribió el FROB", porque el nuevo presidente considera que es "la opción más conveniente para reforzar la solidez patrimonial del proyecto empresarial". Sin embargo, en la comunicación no se especifican oficialmente los detalles de la operación hacia la nacionalización. Solo señala que "la conversión deberá ser autorizada por el Banco de España y por el resto de autoridades competentes españolas y comunitarias y será realizada de acuerdo con el procedimiento de valoración establecido en la escritura de emisión de los títulos".
Aunque el Banco de España no se pronuncia sobre la participación del Estado, señala que, tras los distintos intentos de saneamiento de la entidad, "los acontecimientos de las últimas semanas y la creciente incertidumbre sobre el futuro de la entidad ha hecho aconsejable ir más allá y plantear la aportación de recursos públicos para acelerar e incrementar el saneamiento".
BFA está controlada al 100% por Caja Madrid, Bancaja y las otras cinco cajas de ahorros que formaron parte en la fusión. Esta entidad, que de momento es el mayor accionista de Bankia con el 45,3% de su capital, es el banco malo donde se acumulan los activos inmobiliarios del grupo y, según los planes que maneja el Banco de España y el Gobierno, podría necesitar entre 7.000 y 10.000 millones para limpiar el ladrillo.
Tras la conversión de la ayuda del FROB, este organismo, dependiente del Banco de España, controlará el 56% de BFA. Sin embargo, el Estado podría llegar a alcanzar el 100% si el capital actual de la matriz de Bankia se destina a provisiones, algo a lo que podría verse forzada para cumplir con los mínimos de capital exigidos por el Gobierno para reforzar la cobertura de los activos problemáticos.
La propuesta de Goirigolzarri, cuyo nombramiento como sustituto de Rodrigo Rato, que ha sido presentada hoy a el consejo de administración de Bankia y al de BFA, debía lograr el apoyo de los consejeros en estas dos reuniones. A partir de ahora, el grupo tiene que comunicárselo al FROB, que de aprobarlo debe a su vez informar a Bruselas para ponerlo en marcha. Desde el Ejecutivo, fuentes del Ministerio de Economía han señalado que están a la espera de ver cuál es la decisión que toman los consejos de la entidad y declinan comentar hasta entonces la decisión de Goirigolzarri.