"No hemos podido hablar con ella, realmente no sabemos nada, sólo que ha cogido un coche y que ha podido escapar. Nos dicen que está bien, descansando, y confiamos en que pueda llegar pronto", ha explicado Llopis a Efe.
La joven vino a España a finales de los años 90, a través del programa Vacaciones en Paz, y vivía en la localidad valenciana de Genovés con su familia adoptiva. Allí se había licenciado en Filología Árabe por la Universidad de Alicante.
"Estamos muy contentos"
Su padre adoptivo, Batiste Llopis, había asegurado sin embargo, según recoge Europa Press, que sí habían podido mantener una breve conversación con Mayuba, que les llamó por teléfono poco después de huir del campamento para comunicarles que estaba en buen estado. "Estamos muy contentos y ella también de poder estar en libertad", ha señalado su padre adoptivo, que ha confiado en que pueda reunirse con ellos "muy pronto".
Batiste Llopis asegura sentirse "muy contento" porque "por fin" la joven, que ya intentó escaparse en dos ocasiones anteriores, lo ha logrado. "A la tercera va la vencida", ha resaltado.
Al respecto, según ha asegurado Llopis, la joven pidió a su madre biológica su pasaporte y consiguió escaparse sobre las 11:00 horas de este martes, con la ayuda de un amigo que le trasladó posteriormente en coche a Argel.
Mayuba vivía en España desde finales de los 90
La joven había sido acogida de forma permanente en 2002 por su familia adoptiva, que vive en Valencia. El pasado mes de julio regresó al campamento saharaui de Tinduf acompañada por su padre adoptivo, para visitar a su abuela que estaba gravamente enferma.
Su padre adoptivo regresó a España días después, pero ella, que debía volver el 18 de agosto, no pudo hacerlo, porque según denuncia su familia adoptiva, su padre biológico la retuvo contra su voluntad.
Su hermana adoptiva, Vero Llopis, explicó a RTVE.es que Mayuba se encontraba retenida por sus padres biológicos bajo vigilancia las 24 horas del día y que le habían quitado el pasaporte, el dinero y el teléfono móvil. A través de los mensajes de texto que pudo mandar a su familia adoptiva y amigos, aseguraba que sobre ella pesaba una amenaza de muerte si intentaba escapar de allí.
La abogada y defensora de los derechos humanos de la Fundación Al Karama, Radidja Nemar, había puesto una denuncia por secuestro ante la Fiscalía de Tinduf el pasado 17 de septiembre, pero todavía no había recibido una respuesta. También había presentado un escrito ante el consulado español en Argel y al Relator Especial de la ONU encargado de la Violencia contra las Mujeres.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de España habían asegurado a RTVE.es que estaban "pendientes" del caso desde el primer día y que trataban de encontrar una solución "con el consenso de todas las partes".
