Las conclusiones de los expertos también cuestionan las condiciones en las que se realizó la salida a Bolsa de Bankia, en julio de 2011, tanto por la fiabilidad de las cuentas que presentaba en ese momento ("los folletos de emisión no expresaban la imagen fiel de la entidad") como por el perjuicio que pudo suponer para sus accionistas y acreedores, entre ellos, el Estado y los preferentistas.
"Unos meses después de la OPS, las cuentas se reformularon para contabilizar saneamientos adicionales de activos y préstamos inmobiliarios que, al menos en parte, correspondían a fecha anteriores a la salida a Bolsa, de los que, según la documentación examinada, no puede alegarse desconocimiento", advierte el informe pericial.
Sin contabilizar "ajustes de importancia material"
Tanto en las cuentas de la etapa de Rato como en las que reformuló el equipo de Goirigolzarri, esa falta de concordancia con la realidad de las entidades se debía "a la existencia de ajustes de importancia material no contabilizados", tal y como explican los expertos en su informe pericial.
Los dos técnicos del Banco de España también señalan que, en las cuentas de 2011 elaboradas por el equipo de Rato, "la información analizada pone de relieve la pésima calidad del seguimiento del riesgo de crédito".
Así, las conclusiones del informe explican que "buena parte de los expedientes [de la cartera crediticia] carecían de estados financieros de los acreditados y de información actualizada sobre las garantías. Ello explica en parte el deterioro de la inversión crediticia, en perjuicio de accionistas y acreedores".
En concreto, señalan que "se reclasificaron en bloque", a la categoría de subestándar, riesgos refinanciados por 12.803 millones de euros. "Sería razonable considerar que alguno fuera en realidad dudoso", destacan los peritos antes de apuntar también que "sería razonable considerar que parte del deterioro" se hubiera registrado "antes del SIP o a lo largo de 2011".
La reformulación de Gorigolzarri
En cuanto a las cuentas reformuladas tras la llegada de Goirigolzarri, los expertos consideran "incorrecto" el ajuste de los activos fiscales de BFA por valor de 2.744 millones que se hizo en mayo de 2012, "porque a fecha de la reformulación, era evidente la recuperabilidad de al menos 1.428 millones".
Además, las cuentas reformuladas incluyeron 1.351 millones como intereses de minoritarios en el neto patrimonial, mientras que los peritos explican que a diciembre de 2011 existían 900 millones de pérdidas no registradas "derivadas de los contratos realizados con accionistas minoritarios de Bancaja".
Así, en la cuentas de 2012, el Grupo Bankia incluyó saneamientos por valor de 20.807 millones (una vez descontados los 3.100 millones atribuibles al traspaso de activos problemáticos a la SAREB), y según los expertos, "es evidente que parte de esos deterioros eran anteriores a 2012".
Una salida a Bolsa perjudicial para accionistas y acreedores
Ademàs, el informe de los peritos concluye que el precio de salida a Bolsa de las acciones de Bankia (fijado en 3,75 euros) perjudicaba a las cajas de ahorros que crearon el grupo y también a quienes tenían participaciones preferentes e, incluso, al propio Estado.
Así, constatan que ese precio de salida implicaba un descuento del 74% sobre el valor contable de la entidad en ese momento, lo que convirtió en "inviable" la matriz, "al romper el grupo fiscal y dañar la recuperabilidad de sus cuantiosos activos fiscales".
Además, se causaba una "gran pérdida" del valor a la participación de BFA en Bankia, lo que perjudicaba a sus accionistas de ese momento -Caja Madrid, Bancaja y las otras cajas que se unieron para crear la entidad- y a los acreedores del grupo, "principalmente, los tenedores de obligaciones subordinadas y participaciones preferentes, así como el propio FROB", que había prestado 4.465 millones a las siete cajas y, posteriormente, a BFA.
Según los expertos, el precio del début bursátil de Bankia "no fue un modelo de concurrencia, pues se realizó en base a las ofertas de 29 grupos económicos, algunos incluso con relaciones de dependencia respecto a BFA", la matriz del grupo.
Así, los peritos han detectado "compras inexplicables" llevadas a cabo por clientes con préstamos refinanciados y con retrasos en el pago de sus cuotas, así como ventas "inmediatas" tras la salida a Bolsa de la entidad "que ponen en duda el interés real de algunos inversores".