Hay también retención por circulación irregular en la A-4 (carretera de Andalucía), desde el kilómetro 8 al 6 sentido creciente hacia Córdoba y del 27 al 24 sentido creciente hacia Córdoba.
Problemas en otros puntos del país
Fuera de Madrid, la intensidad circulatoria afectaba en Sevilla en la SE-30 a la altura de los puentes del Centenario y de Reina Sofía.
Carreteras de Barcelona, Girona, Valencia y Tarragona también registran incidencias a primera hora de la tarde.
La circulación es lenta también en la antigua N-VI en la provincia de Segovia en la travesía de San Rafael.
En Cuenca, en la carretera A-3 a la altura de Cervera del Llano hay retenciones desde el kilómetro 146 al 139 sentido creciente de la kilometración; mientras que en Alicante, en la carretera nacional N-332, desde el kilómetro 55 en Torrevieja al 53 sentido decreciente de la kilometración hacia Cartagena.
En Toledo, hay congestión por accidente con circulación irregular en la A-4 a la altura de Camuñas, desde el kilómetro 133 al 130 sentido creciente hacia Cádiz.
La noche del miércoles, la de mayor tráfico del año
Precisamente, ante el inicio de la segunda fase del operativo, la DGT alerta de que las horas más desfavorables para viajar son entre las 15:00 y las 23:00 horas. Además, la noche del miércoles al jueves suele ser la de mayor tráfico del año.
La operación especial concluirá a las 00:00 horas de la noche del lunes 6 de abril, festivo en Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Navarra, La Rioja y País Vasco.
Toda la tarde de este miércoles y la mañana del Jueves Santo serán las más conflictivas en las carreteras.
Un "éxodo" que incluirá a lo largo de estos cinco días trayectos cortos por carreteras secundarias, especialmente vigiladas por los radares visibles y por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil al ser estas vías las que concentran más del 80% de las víctimas mortales en accidente.
Controles de velocidad y el radar Pegasus
Además de controlar la velocidad, los agentes podrán realizar a cualquier hora y en cualquier carretera pruebas de alcohol y drogas y supervisar si la ITV del vehículo ha sido pasada o si el seguro obligatorio está en regla, además de vigilar el uso del cinturón de seguridad, las "sillitas" o el casco.
Desde el aire seis helicópteros equipados con el radar Pegasus apoyarán a los agentes en la vigilancia de la velocidad.
El dispositivo cuenta con la participación de más de 600 funcionarios y personal técnico especializado que atienden los Centros de Gestión de Tráfico, así como con alrededor de 10.000 agentes de la Guardia Civil y más de 13.000 empleados de las empresas de conservación de las vías y personal de los servicios de emergencia, tanto sanitarios como bomberos.