Una parcela, propiedad del Ayuntamiento, que supone un punto estratégico donde conviven la formación de jóvenes, el deporte y la dinamización y el fomento del sector primario. Es la Finca Los Zamoranos, un espacio para descubrir los valores rurales del municipio y, concretamente, sus valores agronómicos y paisajísticos, así como los recursos que ofrece un territorio agroambiental como es la Villa.
Esta finca convencional, adquirida por el consistorio a finales de 2001, ha sido declarada de Agricultura Ecológica por los organismo competentes y se ha convertido con el paso de los años en un enclave estratégico para la Villa, en continua evolución, y que mira al horizonte como lugar para la ejecución de futuros proyectos. En la actualidad, la finca gira sobre una serie de ejes conectados y basados en la formación, el deporte, la ecología, la agricultura y el medio ambiente.
El deporte supone la última apuesta del Ayuntamiento para este espacio, con la construcción y puesta en marcha en noviembre de 2011 de un circuito permanente con una longitud de unos 1.500 metros para la práctica de actividades atléticas y con el que se pretende potenciar los atractivos naturales de la Villa. El circuito sirve para pasear, hacer footing y, además, es utilizado por diferentes clubes de atletismo para el entrenamiento de sus deportistas y por otros como la Guardia Civil para el entrenamiento de sus agentes.
Con todo esto, se estima que al mes más de 3.000 personas utilizan el nuevo circuito deportivo de la finca Los Zamoranos, con una media diaria de 100 personas, duplicándose esta cifra durante los fines de semana.
En la configuración del recorrido, que ha recibido la aprobación de la Federación Tinerfeña de Atletismo, se ha tenido la sensibilidad de trazarlo sin que altere prácticamente la disposición de las parcela, propiciando que el porcentaje de subidas este compensada con las bajadas y los llanos. El apoyo federativo ha supuesto un importante respaldo a esta infraestructura, que ya ha albergado diferentes campeonatos y pruebas atléticas insulares y, en el futuro, lo hará de carácter regional.
En el plano agrícola, la Finca Los Zamoranos posee una colección de perales de Tegueste (25 variedades aproximadamente), una colección de vidueños canarios (con unas 35 variedades) y un ajardinamiento con planta autóctona representativa de la laurisila y el bosque termófilo, de gran interés botánico y ecológico. También cuenta con unos corredores florales compuesto por diferentes plantas aromáticas y silvestres canarias de gran interés como reservorio de insectos beneficiosos para el equilibrio del agrosistema de la propia finca.
Además, en esta finca existen diferentes cultivos (en función de las estaciones) representativos de la medianías de Tenerife, como cereales, hortalizas y frutales, quedando una zona reservada para ensayos que el Ayuntamiento, en colaboración con el Servicio de Agricultura del Cabildo Insular de Tenerife, desarrolla por medio del Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife (CCBAT). La finca cuenta con unos ejemplares de castaños, alguno centenarios, que son seña de identidad del municipio.
En esta amplia zona verde tienen lugar diferentes cursos y talleres que promueven la agricultura ecológica y el rescate y preservación de la agrodiversidad de la isla.
Esto conecta con otra de las facetas de la Finca Los Zamoranos, como es su enclave para la formación de jóvenes. En la actualidad, la finca es una zona de prácticas para una parte del alumnado, un total de 32 jóvenes, que conforma la Escuela Taller Servicios Rurales de Tegueste. En esta zona, los jóvenes llevan a la práctica los conocimientos que van recibiendo tanto en materia de jardinería como en restauración y conservación del paisaje. Este proyecto formativo ha tomado el testigo de proyectos anteriores, de manera que contribuye en el mantenimiento de este espacio natural, además de contribuir activamente en las acciones de fomento y dinamización del entorno y el sector primario en coordinación con la Agencia de Desarrollo Local.
Entre los objetivos que la escuela tiene fijados en el entorno esta la potenciación y el equilibrio de este agrosistema, con una intensa actuación enfocada a potenciar corredores florales, compuestos fundamentalmente por plantas melíferas, y que permita una rotación floral durante todo el año (atractivo agrícola y visual), procurando contar con una alta presencia de especies autóctonas.
La atenuación de los impactos (eliminación de chatarra, correcciones de desniveles, taludes, etc) y la armonización de la finca es otro de los aspectos que llevan a cabo los alumnos de la escuela, con la que se pretende dejar una actuación que muestre como las zonas de cultivos conviven perfectamente junto con la actuación de reactivación del Camino de los Laureles a través de repoblación de laurisilva y especies termófilas en todo el margen colindante que el alumnado va ejecutando.
